Zahir Mundaray, quien fue fiscal en el país por 17 años, dijo que Tarek William Saab detalló cómo a Carlos Lanz lo interceptan, que muere por disparos, que estaba sometido y amordazado, pero que hay discrepancias en estos datos puesto que ni siquiera tienen el cuerpo de la víctima.
El exdirector de Actuación Procesal del Ministerio Público durante la gestión de Luisa Ortega, Zahir Mundaray, considera que las declaraciones del fiscal general Tarek William Saab, acerca del asesinato del profesor y guerrillero izquierdista Carlos Lanz, carecen de sustento probatorio por las imprecisiones durante la rueda de prensa que hizo ayer, 6 de julio.
A su juicio, en los dos años desde la desaparición de Lanz, la cual se reportó en agosto del 2020, la investigación estuvo paralizada.
“Después de dos años involucran justamente al entorno familiar en una truculenta historia que puede ser verdad o mentira, el tema es que carece de un sustrato probatorio, entonces con bombos y platillos se hace todo un planteamiento el día de ayer en una rueda de prensa llena de improvisación de una cantidad de imprecisiones y que canta además a los deberes constitucionales que tiene el ministerio Público, que es investigar con criterios de objetividad científica, que eso es el cuestionamiento que uno puede hacerse”, sostuvo Mundaray entrevista con César Miguel Rondón,
Mundaray, quien fue fiscal en el país por 17 años, apuntó que William Saab hizo algo que un fiscal jamás debería hacer, que fue confesar en cadena nacional que interrogó ilegalmente a personas detenidas y con polígrafo.
Al respecto explicó que la Constitución y el Código Procesal Penal dice que una persona, una vez está detenida, requiere asistencia jurídica y debe ser conducido ante un juez y que el polígrafo ha sido objeto de cuestionamiento no solo por su precisión y su incapacidad de servir como elemento probatorio en ningún proceso válido sino porque atenta contra el Estado de Derecho.
Además, agrega que a partir de ese interrogatorio es que se construye toda la supuesta investigación.
Menciona que el actual fiscal detalló cómo a Carlos Lanz lo interceptan, que muere por disparos, que estaba sometido y amordazado, pero que hay discrepancias en estos datos.
“Para determinar que una persona murió por arma de fuego lo primero que tienes que tener son estudios científicos de anatomía patológica y el índice de proximidad, pero es solo al final cuando dice que no tiene cuerpo, entonces
¿cómo tu determinas que una persona muere por disparos de arma de fuego?, no tienes un proyectil, no tienes balística, no tienes concha, no tienes un armas ni tienes el cuerpo que fue víctima de un disparo y asegura que muere con ocasión de disparos producidos por arma de fuego, o sea absolutamente sin ningún elemento, solo la confesión de un supuesto sujeto”, puntualizó.
Además, refutó que el luminol es absolutamente una prueba de orientación, pues Tarek dijo que fueron a un potrero y practicaron, dos años después, un luminol y este dio positivo, explicando que el luminol da positivo con muchos fluidos orgánicos, pero eso tiene que llevarse luego a un laboratorio, tomarse muestras, llevarse a un laboratorio donde se determine que se trata de sangre y luego llevadas al laboratorio de genética para tratar de identificar si es la persona.
“Nada de eso se hizo, ninguna mención de que efectivamente es así. Así que esta prueba de orientación es absolutamente insuficiente”, aseveró.
Mundaray considera que hay una gran presión respecto al caso de Carlos Lanz porque en estos dos años los familiares, amigos y grupos de toda índole señalaron al Estado o miembros de la seguridad del Estado como posibles autores de su desaparición y amenazaban con llevarlo a organismos internacionales.
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