Los constantes apagones, falta de infraestructura y el bloqueo hecho por la administración de Nicolás Maduro ubican a Venezuela como uno de los países con menos libertades digitales en la región, junto a Cuba, según el último informe de la organización Freedom House.
En el informe Freedom on the Net, donde se evaluaron a nueve países de América Latina, Venezuela obtuvo un puntaje de 28 sobre 100 en libertad digital debido a los obstáculos para el acceso a internet, las limitaciones del contenido y las constantes violaciones a los derechos de los usuarios.
En particular, Freedom House identificó que ha medida que la crisis avanza «la libertad de internet en Venezuela se ha vuelto más precaria». Los apagones y el racionamiento eléctrico en el interior del país, junto al declive de la infraestructura de telecomunicaciones, obstaculizan la capacidad de los usuarios para conectarse a una red de calidad.
Además, la brecha digital entre la población se amplió debido a los costos de los servicios de internet, calculados en dólares, por medio de proveedores privados. Los usuarios de estas redes reportaron mejoras en la velocidad de acceso, debido a las conexiones de fibra óptica.
Otra de las cuestiones que resaltó el informe es la autocensura de los ciudadanos por temor a ser arrestados al expresar comentarios críticos en aplicaciones de mensajería privada y en redes sociales. Esto se ha hecho a través de la aplicación de dudosos instrumentos legales como la Ley contra el Odio.
«A medida que el Gobierno consolida su poder, las autoridades parecen estar considerando reformas legales que restringirían aún más la libertad de expresión en línea», señaló Freedom House.
La periodista e investigadora Raisa Urribarri destacó, en una entrevista al Diario de Cuba, que en Venezuela se vive una suerte de guerra digital asimétrica entre el Estado, controlado por el chavismo, y las empresas privadas proveedoras de internet.
Además de que el Estado es el proveedor principal del país, ejerce el bloqueo de contenidos. Al mismo tiempo, también ataca a periodistas y medios independientes, así como organizaciones de la sociedad civil.
«Medios de comunicación independientes son frecuentes víctimas de ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS)», precisó la periodista, al tiempo que destacó «la tuitosfera sigue siendo contaminada por campañas gubernamentales dirigidas a desinformar a dividir grupos opositores».
Ante ambas estrategias, hay respuestas sociales y periodísticas para contrarrestar la desinformación como Es Paja o Cotejo Info, además de los medios de comunicación tradicionales, portales de investigación, iniciativas como el Servicio de Información Pública e incluso que van hasta las comunidades para llevar el contenido digital, como El Bus TV.
Entre los 70 países del mundo evaluados este año por Freedom House, el peor es China. El gigante asiático fue ubicado en el estudio como el peor entorno para la libertad en internet por séptimo año consecutivo, obteniendo 10 sobre un máximo de 100 puntos.
En todo el mundo «la libertad de expresión en línea está sometida a una presión sin precedentes. Más gobiernos arrestaron a usuarios por discursos políticos, sociales o religiosos no violentos que nunca», sostiene Freedom on the Net.
La organización registra que, en 56 países, ciudadanos fueron arrestados o condenados por sus discursos en línea. Además, las autoridades de al menos 20 naciones suspendieron el acceso a internet y 21 estados bloquearon el acceso a las redes sociales como respuesta represiva a momentos de «agitación política, como protestas y elecciones».
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