Mientras que el régimen de Nicolás Maduro se debate entre una “invasión” norteamericana y su sed de poder, Venezuela, se ha transformado en la tierra de nadie, un país sin ley en donde los inocentes son juzgados y los delincuentes viven a plenitud.
Durante el fin de semana se registró en la ciudad de Caracas un hecho insólito, en donde hubo violencia, disparos y un adiós en un funeral que incluyó la actuación musical de Alex D’Castro, un conocido cantante de salsa puertorriqueño.
Después de que funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), abatieron al delincuente Alexis Dávila Bracho, alías Alexito, perteneciente a la banda delictiva de alías “El Coqui”, el sector popular de Caracas, Cota 905, se transformó en un templo de antisociales.
“El Coqui” contrató al artista, quien interpretó varios de sus éxitos en una cancha deportiva de la zona. De hecho, se fotografió junto al jefe de la banda delictiva y a Galvis, los dos delincuentes más buscados de Venezuela.
Mientras ellos viven a sus anchas en la ciudad más peligrosa del mundo, las autoridades de brazos cruzados los dejan tener plena libertad, guardando sus fuerzas para reprimir y asesinar a jóvenes luchadores durante las innumerables protestas antigubernamentales, que se han registrado en el país latinoamericano.
El Barrio caraqueño fue declarado “Zona de Paz”
Desde hace unos años delincuentes de la Cota 905 viven además sin el temor de ser detenidos, ya que el mismo régimen chavista declaró el sector como una “Zona de Paz”, lo cual impide que las autoridades puedan ingresar libremente.
Algo que ellos aprovechan con completa conciencia y es que después de la celebración y despedida que realizaron la noche del sábado, los antisociales se pasearon por las calles del sector popular con armas largas en su poder. Armas de uso bélico además, las cuales deberían estar en las manos de la Fuerza Armada en Venezuela.
Como despedida final para alías Alexito, los demás miembros de la banda de “El Coqui” dispararon por horas el domingo con fusiles Ar15, fal y pistolas 9 mm, así lo informaron las autoridades venezolanas.
Aún sabiendo todo el daño que ha representado para Venezuela el uso libre y la entrega irresponsable de armas en las zonas populares, Nicolás Maduro, mandó a fabricar subametralladoras “Caribe” que distribuirá entre la denominada “Milicia Bolivariana”, transformándose una vez más en el verdugo de un país que se desangra entre la desidia.
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