Los siete días que necesitaba el Tribunal Constitucional de Cabo Verde para emitir una decisión sobre la extradición de Alex Saab o no a Estados Unidos, ya se cumplieron, por lo que debería pronunciarse en las próximas horas.
La defensa del testaferro de Nicolás Maduro, encabezada por el exjuez español Baltasar Garzón ya quemó todos los recursos y maniobras para retrasar el proceso.
Sin embargo, el pasado viernes los abogados de Saab denunciaron a tres jueces y al fiscal general de Cabo Verde, por presuntamente «violar» los derechos de su defendido en múltiples ocasiones.
A estas acusaciones se añaden la presentada la semana pasada contra José Landim, el fiscal general caboverdiano y de tres inspectores de la policía judicial que intervinieron en la detención del empresario colombiano.
En el caso de Landim, lo acusan de “tortura, perjurio y ocultación de pruebas”, delitos que asegura la defensa ni siquiera han investigado.
Con respecto al proceso como tal, los abogados insisten que “se excedió el tiempo para la detención provisional en la cárcel durante alrededor de cien días”.
Lo cierto es que sigue la espera porque se logre la extradición del hombre clave para desmoronar el imperio de corrupción construido por Nicolás Maduro.
Si a Alex Naim Saab lo extraditan a Estados Unidos, enfrentaría una sentencia de hasta 20 años de prisión.
Además, se espera que con su confesión caiga el cartel de los soles, militares venezolanos involucrados en narcotráfico.
El empresario colombiano es parte de la lista de señalados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Lo acusan de estar involucrado en el entramado de corrupción para evadir las sanciones económicas de Washington.
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