Diez meses sin la distribución de gas doméstico tienen los vecinos de varios sectores de Iribarren, cuyos habitantes afirman que GasLara no ha podido cubrir las necesidades de los larenses, mientras un mercado paralelo con venta de bombonas en divisas está tomando auge.
En zonas como Los Cerrajones, El Jebe, La Urbanización del Este, Barrio Unión, El Carmen, Los Crepúsculos y el centro de la ciudad no reciben el gas desde febrero. Vecinos se ven obligados a prender sus fogones cuyo humo además los enferma, pues el uso de la cocina eléctrica se ve limitado por los constantes cortes eléctricos aplicados sin contemplación ni previo aviso por Corpoelec.
Carlos Hernández, un señor de 65 años y habitante del sector Los Crepúsculos, compara lo que se ha vivido con la revolución bolivariana a lo que se vivió en la cuarta república, cuando según afirma, los servicios públicos funcionaban en su totalidad y comprar una bombona de gas era un asunto de caminar hasta la bodega más cercana, sin cola ni una lista de espera. “Este año 2020 ha sido como regresar a la época de las cavernas”, apuntó.
“En todo el año no se vio mejoría del servicio, ya llevamos casi 10 meses esperando que repartan el gas y nos quedamos como novias de pueblo”, agregó Bárbara Sira, habitante del barrio El Jebe quien critica que GasLara no tenga suministro de bombonas, pero en la comunidad se ven los bachaqueros pidiendo hasta 60 dólares por una bombona.
En el sector Los Cerrajones se ha vuelto común sufrir de alergia y gripe, pues el humo de los fogones está afectando a toda la población. “Somos 542 familias que estamos a la espera del gas desde hace 10 meses, de tanto cocinar con leña no hemos enfermado porque en la zona se forma una cortina de humo que sale de los fogones”, expresó Edita Vargas.
En la urbanización del este la falta de gas ha llevado al extremo a sus residentes, pues en el conjunto residencial no se pueden prender fogones y ante los constantes cortes de luz tampoco pueden hacer uso de las cocinas eléctrica, obligándolos a pasar horas de hambre.
“La mayoría de los habitantes de este sector son adultos mayores y cuando la luz se va nos quedamos sin comer porque lo único que podemos utilizar son cocinas eléctricas porque la zona está integrada por edificios y no se puede usar leña”, comentó el vecino Gustavo Río.
Pero no es sólo la nula distribución de gas lo que enfurece a los larenses, quienes dicen que sienten gran enojo con autoridades de GasLara que no aporta respuestas a sus inquietudes ni responden a sus solicitudes. Yamileth Alvarado, habitante de Barrio Unión, explicó que una representación de su comunidad visita la sede GasLara cada 15 días para presentar reclamos por la falta de gas, aun cuando ya las bombonas tienen meses canceladas a través de los consejos comunales.
“Deben esperar es la única respuesta que dan cuando se les pregunta que porqué no han llevado las bombonas, no dan una explicación ni tampoco dicen si realmente nos despacharán”, añadió Alvarado.
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