Ante el aumento de delitos como la clonación de tarjetas bancarias, hackeo de computadoras o la destrucción de bases de datos de empresas e instituciones de gobierno, la diputada Rocío Barrera Badillo, presidenta de la Comisión de Gobernación, impulsa una iniciativa para imponer hasta ocho años de prisión y mil quinientos días multa, a quien dolosamente inutilice, altere o dañe un sistema informático, archivos o portales electrónicos de consulta de información.
Además, la legisladora reconoció que los métodos utilizados para atacar los sistemas informáticos son de índole muy variada y han ido evolucionando hacia técnicas cada vez más sofisticadas y de difícil detección, por lo que las leyes deben actualizarse y adaptarse.
“Hoy, las tecnologías de la información se han convertido en herramientas indispensables para nuestras actividades cotidianas y en pilar fundamental para potenciar el crecimiento de las economías del mundo. Son la mayor fuente de consulta de información y una de las mayores plataformas comerciales, por lo que también son el medio frecuente para realizar actos ilícitos”, afirmó.
Específicamente, su propuesta busca tipificar en el Código Penal Federal el delito de sabotaje informático, que tiene lugar cuando alguien modifica, desvía, elimina, daña o realiza cualquier acto que altere ilícitamente el normal funcionamiento y contenido en los sistemas de información, tecnologías de la información o cualquiera de sus componentes, para obtener un beneficio para sí o para otro; y así combatir la impunidad que prevalece ante este tipo de ilícitos.
Asimismo, explicó que el sabotaje informático abarca todas las conductas dirigidas a eliminar o modificar funciones o datos en una computadora sin autorización, para obstaculizar su correcto funcionamiento, es decir, causar daños en el hardware o en el software de un sistema.
Por otro lado, Barrera Badillo consideró que los ataques informáticos constituyen un problema cada vez más grave a escala mundial, a tal grado que países como Estados Unidos han designado comisiones especiales destinadas a establecer el potencial de daño que representan los sabotajes informáticos.
En este marco, recordó que, a nivel global, en 2017, el costo de los sabotajes informáticos para las empresas aumentó en 27.49 % en comparación con 2016, y compañías de Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, gastaron en conjunto 11 mil 700 millones de dólares en tratar de mitigar los ciberataques.
A escala regional, de acuerdo con información de Microsoft y la OEA, el costo de los sabotajes informáticos alcanzó 800 millones de dólares en Brasil, 300 millones en México y 460 millones en Colombia, además, destacan que la industria financiera es de las más expuestas a ataques de este tipo; por tanto, es de las que más invierte en seguridad para prevenir el fenómeno.
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