Ser paciente trasplantado en Venezuela significa protagonizar una fuerte lucha para conseguir medicamentos. Los tiempos en los que el Instituto Venezolano del Seguro Social (IVSS) entregaba medicamentos a tiempo quedaron atrás, dejando en abandono a miles de ciudadanos.
Lucila Velutini, miembro de la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela, detalló que la ONG recibe muchas llamadas diarias solicitando apoyo porque el Estado «no siempre entrega» los inmunosupresores.
Todo paciente trasplantado necesita ingerir fármacos de por vida para evitar que su organismo rechace el órgano, sin embargo, el alto costo de los mismos impide cumplir con este tratamiento.
“Una caja de 50 pastillas sobrepasa los 300 dólares. Cada paciente debe tomar dos o tres pastillas diarias y una batería de entre cuatro y siete medicamentos», expresó Velutini en una entrevista ofrecida al Circuito Éxitos de Unión Radio.
El programa de procura de órganos en Venezuela no funciona desde 2017 dejando a los afectados con una sola alternativa: el trasplante de vivo a vivo «que solo se puede hacer en clínicas privadas y en muy pocos centros públicos”.
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