Temor de venezolanos migrantes de cómo sobrevivir al coronavirus

Para un grupo de venezolanos que migraron a Argentina, Colombia, Perú y Ecuador, la pandemia por coronavirus no solo afecta a los contagiados, sino que acaba con los presupuestos de sus familias, pues la mayoría de ellos trabaja de forma independiente o viven al día. Aquí mostramos sus historias.

La propagación de la enfermedad por coronavirus es invisible pero sus consecuencias en la economía familiar pueden ser tan devastadoras como inquietantes: desde España hasta Argentina, un sinnúmero de venezolanos migrantes resiente las restricciones que les impide salir a la calle para ganarse el pan de cada día.

Y es que nadie les paga por recluirse en sus casas para evitar contagiarse por coronavirus. En su mayoría son venezolanos que trabajan de forma independiente o viven al día.

“Pago alquiler, todos los servicios, monotributo (impuestos), servicio de GPS satelital y ayudo a mis padres en Venezuela. Da nervios”, relata a El Pitazo Alejandro Viana, conductor de Uber en Buenos Aires, quien, para colmo, aún debe hacer 11 pagos mensuales del carro usado que maneja.

A Argentina llegó hace un año y seis meses con su esposa Diana, quien hasta el lunes 16 de marzo trabajó también con Uber.

Serán padres primerizos a finales de mayo y han visto cómo el temor al coronavirus ha vaciado las calles de Buenos Aires y, por consiguiente, sus cuentas bancarias.

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“Dos semanas antes de que decretaran aquí la cuarentena bajó el trabajo, porque las personas empezaron a resguardarse. Nosotros compramos por precaución gel antibacterial y aerosol, porque si no salimos a trabajar no nos dan las cuentas”, añade el joven de 31 años, cuya jornada laboral podía extenderse hasta 12 horas diarias, seis días a la semana.

Pero desde hace siete días ya no sale a trabajar. De un promedio de 10.000 pesos semanales (125 dólares) ha pasado a no ganar nada. Y sin la ayuda de Diana, ahora en casa por maternidad, se preparan para recortar gastos: “Prescindiremos de algunos servicios y tendremos que gastar unos ahorros para subsistir por un tiempo”, indica Alejandro.

Las medidas de emergencia por el coronavirus en Argentina llenan de incertidumbre a otro venezolano que se gana la vida también como conductor en las calles de Buenos Aires.

En su caso, facturaba 16.000 pesos (200 dólares) semanales en promedio con la aplicación móvil Cabify

Ahora con el carro parado, los pagos de alquiler y del crédito del automóvil, así como el envío de remesas a Venezuela para ayudar a su familia, son el dolor de cabeza de este caraqueño de 55 años, que solicitó resguardar su nombre.

“El principal temor es no saber a dónde irá a parar esta pandemia y el tiempo que deberemos esperar para retomar el trabajo y generar dinero para subsistir”, añade el hombre que llegó a la capital argentina hace ya 10 meses.

El coronavirus frena la buena racha en Perú

La llegada del coronavirus a Perú frenó la buena racha deDoñaBiga, el negocio familiar del venezolano José Tomás Vegas Rodríguez: apenas hace mes y medio inauguró un segundo local de venta de comida en Lima, pero debió cerrar sus puertas por la pandemia.

El primero, abierto desde septiembre de 2019, también bajó la santamaría el lunes 16 de marzo.

“Todo iba muy bien. Las ventas venían creciendo en marzo por el comienzo de las clases.

Pero ahora con el cierre obligado tenemos mucha presión por el pago de los créditos bancarios. Con elpago de los alquileres han sido solidarios”, admite José Tomása.

NotiVeraz

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