El fondo de inversión Amos Global Energy, con sede en Houston, está esperando una licencia del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para completar la compra de la participación de la china Sinopec en un proyecto de petróleo y gas en aguas someras en Venezuela, dijo la compañía el martes.
El mes pasado, Washington no renovó una licencia que había permitido a Venezuela exportar libremente su petróleo y aceptar nuevas inversiones, luego de que Caracas incumpliera con algunos puntos de un pacto para una elección competitiva. Estados Unidos, en su lugar, ha comenzado a emitir autorizaciones individuales a empresas que quieran reanudar o iniciar operaciones en el país sudamericano.
Estados Unidos otorgó recientemente licencias a la francesa Maurel & Prom y a la española Repsol para continuar y expandir proyectos de petróleo y gas en Venezuela. Más de 20 empresas más están esperando luz verde.
Las compañías que deseen hacer negocios en la industria energética del sancionado país sudamericano necesitan licencias para transacciones específicas, incluyendo las inversiones.
Amos formó en 2022 una empresa mixta con una unidad de la firma de ingeniería venezolana Inelectra para ganar acceso a participaciones minoritarias en los proyectos Petrogüiria y Petroparia en la prometedora zona venezolana del Golfo de Paria. Ahora el fondo busca expandir su influencia en esa zona.
Si su propuesta de comprar el 32% que tiene Sinopec en Petroparia es completada y aprobada por Estados Unidos, Amos y sus socios controlarían el 40% de ese proyecto y el 16% de la vecina Petrogüiria, dijo Ali Moshiri, director ejecutivo de Amos.
«Solicitamos la licencia hace un año y medio y esperamos obtenerla en las próximas semanas», dijo Moshiri a Reuters.
Amos ha realizado un contacto inicial con la italiana Eni para negociar su posible participación en un tercer proyecto en Paria, Petrosucre. Se espera que todas las transacciones específicas de la compañía en el sector privado en Venezuela estén respaldadas por la licencia estadounidense.
«Los tres proyectos deben desarrollarse en conjunto», afirmó el ejecutivo. Se prevé que la producción de crudo sea una prioridad, pero el gas tiene gran potencial, afirmó.
Petrosucre es el único proyecto activo en Paria, pero la producción de crudo allí se ha reducido a menos de 3.000 barriles por día (bpd) desde que las sanciones estadounidenses en 2019 congelaron las exportaciones de la empresa mixta a Estados Unidos.
En Paria hay reservas probadas de crudo y gas asociado, pero Moshiri -un ex alto ejecutivo de Chevron en Venezuela- cree que la zona puede anclar un gran proyecto de gas.
«Los inversores que están mirando Venezuela ahora están más entusiasmados con la posibilidad de invertir dinero en gas, especialmente en gas natural licuado (GNL)», dijo, explicando que la productividad de los pozos de gas es alta y el país no tiene grandes problemas de transporte.
Venezuela tiene alrededor de 30 billones de pies cúbicos de reservas de gas no asociado, que permanecen en gran medida sin explotar debido a la falta de inversión y, más recientemente, a las sanciones de Estados Unidos.
«La estrategia del país ha cambiado para centrarse en la posibilidad de procesar el gas en las instalaciones de GNL de Trinidad y Tobago, pero Venezuela tiene suficiente gas propio para un desarrollo de GNL», afirmó Moshiri.
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