Privada del llanto mientras miraba cómo era sepultado el niño de sus cinco nietos, Ismenia González pedía que no juzgaran a su hija por la desaparición de los cuatro niños. Clamaba para que las personas preocupadas por el caso se unieran en oración por la sanación de los tres pequeños que se encuentran recluidos con deshidratación severa en la clínica Santa Rosa de El Tigre, zona sur de Anzoátegui.
“No jueguen con los sentimientos de las personas, no juzguen a nadie porque la palabra de Dios dice que aquí el que juzgue será juzgado de la misma forma con la que ellos juzgan”, indicó a los medios de comunicación de la zona, Ismenia González, quien estaba envuelta en el llanto y el dolor por haber perdido al más pequeño de sus nietos.
Los padres del infante habían pasado seis días bajo averiguaciones en las instalaciones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la ciudad de El Tigre y fueron liberados tras conocerse que la versión que daba la madre, Fátima Galindo, era cierta. Los niños se habían perdido de regreso a casa.
La mañana de este domingo 28 de noviembre, en el cementerio general de El Tigre se concentraron habitantes de la localidad, familiares y agentes de la comisión especial del cuerpo detectivesco que enviaron al estado Anzoátegui para buscar a los cuatro infantes desaparecidos. Esta vez, la aglomeración de personas era para despedir al pequeño de un año.
Los padres del infante se desmayaron, mientras miraban cómo era sepultado el pequeño que se había perdido junto a sus hermanitos el domingo 21 de noviembre. Toda la familia presenta signos de desnutrición y algunos explicaban que se debía a la situación de extrema pobreza en la que vivían.
Se pudo conocer, de manera extraoficial, que de los tres niños recluidos en la Clínica Santa Rosa de El Tigre, la menor de 5 años se encuentra en delicado estado de salud, mientras que sus hermanitos de 8 y 10 años ya están siendo estabilizados.
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