Seis iraquíes condenados a muerte, tres de ellos por “terrorismo”, fueron ahorcados este lunes en una prisión del sur de Irak, informó una fuente médica a la AFP.
Los ahorcamientos tuvieron lugar en la cárcel de Nasiriya, donde se encuentran los condenados a muerte, aseguró esta fuente.
Como en todas las ejecuciones en Irak, la orden fue ratificada por el presidente, Barham Saleh, quien se dice a título personal contrario a la pena de muerte.
Según Amnistía Internacional, Irak es el cuarto país del mundo con mayor ejecución de la pena de muerte. La ONG agregó que en 2020 se registraron más de 45 ejecuciones en el país, entre ellas muchas personas acusadas de pertenecer al grupo yihadista Estado Islámico.
Según un recuento de la AFP, al menos 14 personas condenadas por “terrorismo” han sido ejecutadas desde principios de año en Irak.
En noviembre de 2020, la comunidad internacional llevó a cabo una campaña tras la ejecución de 21 condenados, casi todos ellos por “terrorismo”, en un intento por detener la aplicación de la pena de muerte en ese país.
Fuentes de la presidencia iraquí dijeron a la AFP a principios de este año que más de 340 condenas por “actos criminales o terroristas” han sido ratificadas desde 2014 por el presidente Saleh y su predecesor, Fuad Masum.
Las ejecuciones son reclamadas por una parte de la población iraquí que sufrió bajo el yugo del EI, cuando los yihadistas ocuparon más de un tercio del territorio entre 2014 y 2017, o por los ataques del grupo.
Aunque fue derrotado en el terreno militar a finales de 2017, el EI sigue llevando a cabo ataques ocasionales y asesinatos selectivos, especialmente en el norte de Irak y en la zona de Bagdad.
En la justicia iraquí, no solo el “terrorismo”, sino también el homicidio intencionado, son castigados con pena de muerte en la horca.
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