El ex ministro de Petróleo Tareck El Aissami fue visto por última vez el lunes 6 de marzo de 2023, antes de que se viera envuelto en la trama de corrupción de Pdvsa.
Ese día, hace ya un mes, El Aissami se reunió en su despacho con el director ejecutivo de la empresa rusa Rosneft, Igor Sechin, y compartió fotografías del encuentro en sus redes sociales asegurando que habían definido una agenda de trabajo para elevar la producción de crudo.
A 10 días de esa reunión, el régimen de Nicolás Maduro anunció una operación de la Policía Nacional Anticorrupción.
En medio de este operativo, el 17 de marzo fue arrestado Joselit Ramirez Camacho, jefe de la Superintendencia de Criptoactivos, por el supuesto robo de 3,000 millones de dólares.
Luego, el 19 de marzo, fue detenido el diputado del PSUV por el estado Trujillo, Hugbel Roa, por los mismos hechos.
Al día siguiente, El Aissami anunció su renuncia en las redes sociales y esa misma noche Maduro encabezó un encuentro del PSUV para abordar los escándalos de corrupción en el chavismo, pero El Aissami no asistió, pese a que es parte de la directiva del partido.
Un día después, la Asamblea Nacional chavista aprobó el allanamiento de la inmunidad parlamentaria de Hugbel Roa para que se le juzgará por considerar que cometió delito en flagrancia.
Luego, el 30 de marzo, el régimen informó sobre una ola de arrestos, entre estos estaba el viceministro de Industrias Básicas y presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), Pedro Maldonado Marín, mano derecha de El Aissami.
Y el 5 de abril se sumó el exministro del Despacho de la Presidencia y exgobernador de Trujillo, Hugo Cabezas, también aliado de El Aissami.
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