Las nuevas designaciones de ministros efectuadas por Nicolás Maduro en el gabinete significan una pérdida de influencia de los militares en Venezuela, según afirmó la presidenta de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel.
Igualmente destacó que actualmente los uniformados en puestos del gabinete del régimen solo ocupan 23.5% de los despachos.
Citó un ejemplo de esta reducción. El almirante Gilberto Amilcar Pinto Blanco, dejó de ser ministro para el Desarrollo Minero y Ecológico. se postuló para las elecciones parlamentarias. «Se esperaba que Pinto Blanco fuese sustituido por un militar en el cargo, dada la importancia que este ministerio tiene en la estructura financiera del Estado. Pero también por las competencias que desarrolla en el Arco Minero del Orinoco», explicó.
«Con la salida de Pinto Blanco desciende la participación militar a un 23,52%. Quedan ocho ministros militares, de treinta y cuatro, de los cuales siete permanecen como oficiales activos de la Fuerza Armada Nacional. Además de uno como parte de la reserva activa», agregó.
Sin embargo, la especialista en el área militar destacó que se debe de estar claros en que «los militares no controlan el poder, lo sostienen».
Por otro lado, dijo que «el poder en Venezuela es controlado en Cuba y Miraflores. “Esa es una noción que ha entendido muy bien el grueso de los militares como sostén del poder”, expresó.
No forman parte de los planes opositores
San Miguel destacó que la FAN no es un elemento importante para la oposición. A pesar de los llamados que Juan Guaidó hace a los miembros de la Fuerza Armada, asevera que la oposición no tiene un plan para los militares.
“No hay una propuesta para la Fuerza Armada Nacional por parte de la oposición. Eso hay que señalarlo”, dijo.
“Lo único que hemos visto dirigido hacia ese sector es un planteamiento sobre una Ley de Amnistía, muy mal hecho jurídica y políticamente. Además de la puesta en escena del 30 de abril de 2019, que fue claramente un fracaso y donde se engañó a quienes se embarcaron en esa acción”, explicó.
“Los militares necesitan claridad sobre cómo va a ser eso de la justicia transicional. Pareciera que aquí hay un sentimiento de venganza generalizado. Ellos, con cierta razón, probablemente creen que al final ellos van a ser los depositarios de las culpas históricas”, agregó.
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