Un informe de la Defensoría del Pueblo de Cabo Verde publicado en diciembre de 2019, revela el pésimo estado de la prisión donde fue recluido Alex Saab, presunto testaferro de Nicolás Maduro.
El Defensor del Pueblo de Cabo Verde, Antonio Do Espiritu Santo Fonseca, presentó un informe sobre las condiciones en que se encuentra la prisión de Ribeirinha, en la Isla de San Vicente, que evidencia la situación deplorable para los presos, comparable, ironicamente, a cualquier centro de reclusión dirigido por Iris Varela en Venezuela.
En su informe, el defensor concluye que lo más grave en esa prisión es la ausencia absoluta de agua potable y agua corriente, «lo que amenaza la higiene y salud de los presos, así como implica un peligro real en caso de incendio», dice el funcionario.
También destaca el hacinamiento en las cárceles porque donde debe haber cuatro reclusos hay siete: «Las celdas comunes tienen unas dimensiones de aproximadamente 3,30 x 4,00 metros… Las celdas no tienen lavabo ni inodoro y durante la noche algunos se ven obligados a hacer sus necesidades fisiológicas en bolsas de plástico o en los tobos que utilizan para la higiene personal o el lavado de su ropa»
Fonseca refiere que la cantidad de inodoros es insuficiente en comparación con la cantidad de prisioneros de cada sector. El número de duchas es insuficiente – seis para cada sector- muchas de las cuales están dañadas. «En el patio puedes ver cajas de basura…y de ellas salen ratas, cucarachas y otros animales que transmiten enfermedades.»
La limpieza de pasillos , vestuarios y baños es realizada por los prisioneros y para este propósito se les proporciona creolina. Y en cuanto a los productos de higiene personal, los presos declararon que se les proporciona un trozo de jabón «azul y blanco» (sic) y un rollo de papel higiénico cada 3 o 6 meses.
Por otra parte, la cocina también está en pésima condiciones y la comida que les sirven es insípida y fría, sin incluir legumbres ni frutas y cada preso debe lavar su propio plato y cubiertos, todos de plástico.
El prisionero Alex Saab probablemente vivirá en condiciones muy similares a las sufridas no sólo por los presos comunes en Venezuela, sino los presos políticos del régimen, que tanto apoya y defiende Saab en el exterior, a fin de que Nicolas Maduro siga en el poder.
El colombiano fue trasladado ayer a esta cárcel de Ribeirinha en São Vicente, donde suelen enviar a los detenidos por asuntos de narcotráfico. Aunque se le considera una de las más inseguras porque, al menos cuando el Defensor hizo el documento, no contaba con cámaras de vigilancia lo que permitía la fuga de algunos prisioneros.
Alex Saab, quien también fue presentado a los tribunales superiores de Sal, está a la espera de una solicitud formal de validación de detención y extradición por parte de las autoridades judiciales estadounidenses.
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