Rusia y sus recientes ataques en el ciberespacio atribuido públicamente a Rusia por los gobiernos occidentales tuvo lugar contra Georgia en octubre de 2019: varios sitios web de autoridades estatales, servicios públicos, medios de comunicación y otras organizaciones fueron desconectados y desfigurados.
En febrero de 2020, los gobiernos de los EE. UU., Reino Unido y algunos otros países culparon públicamente a Rusia para esos eventos; En referencia a esos eventos, la Unión Europea pidió un » comportamiento responsable en el ciberespacio «, Pero no llegó a acusar a Rusia.
En su declaración, el Reino Unido expresó un alto grado de confianza en su atribución. : afirmaron que el ataque fue realizado «casi con certeza (95% +)» por el ejército ruso.
Sin embargo, ni el Reino Unido ni ningún otro entre los socios internacionales que atribuyeron el ataque a Rusia compartieron ninguna evidencia y, como era de esperar, el gobierno ruso insistió en este punto para deslegitimar la atribución: «No hay, ni puede haber, ninguna evidencia de la participación de las agencias oficiales rusas en actividades maliciosas en las redes en línea de Georgia».
La falta de evidencia es, por supuesto, problemática, incluso si en última instancia, si uno piensa lo suficiente sobre qué actor puede tener las habilidades, los recursos y la motivación para interrumpir el Internet de Georgia y aumentar la desconfianza hacia las instituciones gubernamentales en esta república del Cáucaso del Sur, es muy posible que alcanzar un nivel de confianza del 95% sin siquiera mirar un solo registro de computadora.
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