Rusia ofrece su ayuda a Maduro para evitar las sanciones de EEUU

La gira latinoamericana de Serguei Lavrov de Rusia, ha proseguido con la parada obligatoria de Caracas, su principal aliado militar en el patio trasero de Estados Unidos y uno de sus socios «más confiables».

Para la ocasión, el canciller ruso cambió su atuendo «casual» del lunes en Brasil, su primer destino en las Américas, por el traje de ministro de Exteriores de Vladimir Putin, para dar así solemnidad al encuentro con los dirigentes del país petrolero, con quienes ha firmado en estos años de alianza más de 300 acuerdos estratégicos.

Nicolás Maduro, quien había reiterado previamente que guarda una «buena, bonita y profunda amistad» con el enviado de Vladimir Putin, recibió a Lavrov en el Palacio de Miraflores, tras mantener este diversos encuentros con la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el canciller bolivariano, Yván Gil.

«Con nuestros amigos venezolanos abogamos por el derecho de cada nación a devenir su propio futuro sin el chantaje desde fuera», subrayó Lavrov en clara contradicción con la invasión de las tropas rusas en territorio ucraniano. El jefe de la diplomacia rusa aseguró que harán todo lo posible para que Venezuela se libere de la «presión y las sanciones de EEUU».

«Rusia y Venezuela pasaron por muchas pruebas debido a la inaceptable política colonial de EEUU, que busca frustrar el desarrollo de nuestros países e impedir la formación de un orden mundial multipolar», arengó Lavrov, que en las próximas horas volará a Cuba y a Nicaragua, las otras dos dictaduras de la región, con las que mantiene lazos históricos.

De esta forma, Lavrov aprovechó su visita a Caracas para unirse al grupo de aliados de Maduro que claman por el levantamiento de sanciones al régimen bolivariano, cuyo próximo capítulo se vivirá la semana que viene en la conferencia de países organizada por el presidente Gustavo Petro en Bogotá. «Es necesario unir fuerzas para contrarrestar los intentos de chantaje y presión unilateral ilegal de Occidente», disparó Lavrov, quien aseguró que seguirá trasladando a Maduro su experiencia para eludir las sanciones.

«En 24 horas dos aliados de Maduro, primero Gustavo Petro y luego Lavrov en nombre de Putin, salieron a hablar en contra de las sanciones. Demostración clara de que se trata de lo único que le interesa a quienes ocupan de facto el poder», sentenció el politólogo Walter Molina.

Rusia se convirtió en un trascendental aliado para Nicolás Maduro cuando en 2019 la oposición democrática y buena parte de la comunidad internacional lanzaron un órdago tras el fraude electoral y el reconocimiento de la presidencia encargada de Juan Guaidó. Moscú ayudó a evadir las sanciones y a distribuir tanto el petróleo como el oro extraído del Arco Minero venezolano.

Si el viaje a Brasil levantó dudas por la postura ambigua de Lula da Silva, que tuvo que rectificar horas después, en el resto de los países Lavrov sólo va a encontrar alabanzas y abrazos. El apoyo sobre todo del chavismo y castrismo, a quienes ha sumado en su maquinaria de la desinformación, ha posibilitado que las teorías de Moscú hayan encontrado eco en el continente.

«Las declaraciones de Lula de los últimos días sobre la guerra en Ucrania alejan la posibilidad de que juegue un rol preponderante en eventuales discusiones para poner fin a la guerra. La pregunta sigue siendo quién podría eventualmente mediar dada también la desconfianza con China», concluyó el internacionalista Mariano de Alba, asesor senior del Crisis Group.

notiveraz

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com