Revelan expediente de la relación de negocios de Piedad Córdoba y Alex Saab

La FM tuvo acceso al expediente completo de difunta senadora colombiana, Piedad Córdoba en la Corte Suprema de Justicia. La senadora estaba siendo investigada durante los últimos años por enriquecimiento ilícito, peculado por apropiación en favor de terceros y también por sus relaciones con Álex Saab en Venezuela.

La investigación contiene decenas de carpetas que reseñan correos electrónicos, declaraciones de personas que fueron secuestradas y liberadas por las Farc, testimonios a la Corte de más de 12 horas de las personas que hicieron parte de su equipo durante años, la indagatoria a Piedad, y las investigaciones previas que había hecho la Procuraduría y la propia Corte desde 2008 por los hallazgos de los computadores de Raúl Reyes que terminaron siendo desestimados.

Incluso, hay una declaración de Martha Leal Llanosexsubdirectora de operaciones del DAS, en donde le explica a la Corte Suprema, en 2009, cómo María del Pilar Hurtado le había ordenado hacer seguimientos a Córdoba —por los que ambas fueron condenadas—, en los que encontraron incongruencias en viáticos para salidas del país y movimientos inexplicables en las finanzas de la senadora, que llevaban a la conclusión de que gobiernos extranjeros le pagaban de manera ilegal mientras que ella era congresista.

En la documentación aparece un extenso testimonio de una persona relacionada con el gobierno de Hugo Chávez. Se trata de ciudadano venezolano llamado Walid Makled, que le dio una declaración a la Procuraduría en 2010. Hace parte de la investigación actual de la Corte que tendrá que cerrarse. 

Pero no es solo relevante por Piedad Córdoba, sino por los ciudadanos venezolanos que aún podrían tener saldos pendientes con la justicia. Makled le explicó a la Procuraduría detalles de su participación en la historia de Carlos Batistini, un empresario cercano a Chávez y a Maduro en toda la etapa de los CADIVI.

Incluso, hay una declaración de Martha Leal Llanosexsubdirectora de operaciones del DAS, en donde le explica a la Corte Suprema, en 2009, cómo María del Pilar Hurtado le había ordenado hacer seguimientos a Córdoba —por los que ambas fueron condenadas—, en los que encontraron incongruencias en viáticos para salidas del país y movimientos inexplicables en las finanzas de la senadora, que llevaban a la conclusión de que gobiernos extranjeros le pagaban de manera ilegal mientras que ella era congresista.

En la documentación aparece un extenso testimonio de una persona relacionada con el gobierno de Hugo Chávez. Se trata de ciudadano venezolano llamado Walid Makled, que le dio una declaración a la Procuraduría en 2010. Hace parte de la investigación actual de la Corte que tendrá que cerrarse. 

Pero no es solo relevante por Piedad Córdoba, sino por los ciudadanos venezolanos que aún podrían tener saldos pendientes con la justicia. Makled le explicó a la Procuraduría detalles de su participación en la historia de Carlos Batistini, un empresario cercano a Chávez y a Maduro en toda la etapa de los CADIVI.

Esto es lo que dice su declaración. “Preguntado: Sírvase de manifestar si conoce usted a la señora Piedad Córdoba Ruiz. Contestó: No la conozco personalmente pero como Carlos Batistini es una persona que tiene relaciones comerciales conmigo, me comentó de las negociaciones que estaba haciendo con esta señora Piedad Córdoba.

Me manifestó que ella captaba empresarios colombianos, igual que él captaba empresarios venezolanos. Ella, piedad Córdoba, se los presentaba al presidente Hugo Chávez, lo cual, por esa presentación cobraba la suma de 600 millones de bolívares.

Si de esa reunión después el empresario que había sido presentado lograba un contrato, me manifestó Carlos Batistini que el 10 % del contrato era para ellos. ¿Por qué me comenta eso? porque él me solicita a mí un préstamo de 20 millones de dólares, poniéndome de garantía una propiedad que él tiene en el Estado de Carabobo que superan los 100 millones de dólares.

Yo le manifiesto que cómo le voy a prestar 20 millones de dólares, si todavía me debe 8 millones de dólares. Le dije: ponte al día y hablamos. También en esa misma conversación me manifestó que estaba financiando varias campañas y una de ellas la de la señora piedad Córdoba, a quien le puso a disposición un jet privado, de julio, para moverse a cualquier parte que ella quisiera. No es como ella dijo que era una avioneta, sino un jet de lujo.

El combustible y todos los gastos como comida, hoteles, y los del Jet los financiaba el señor Carlos Batistini. Ese jet es de propiedad de Carlos Batistini. Quiero agregar que Piedad Córdoba era la que llevaba empresarios tanto colombianos como venezolanos, estos últimos recomendados por Batistini, y ella le hacía la cita con el presidente porque ella era amiga del presidente Hugo Chávez Frías”.

Esta cantidad de información está respaldada por decenas de testimonios más, pero, sobre todo, por dos declaraciones oficiales clave en toda la historia de Piedad Córdoba. Se trata de las confesiones de Andrés Vásquez y Ricardo Montenegro, que hicieron parte del equipo de Piedad Córdoba durante años, la acompañaron en el Congreso, en sus viajes a Venezuela, en sus campañas presidenciales, y manejaban sus cuentas, sus correos y todas y cada una de sus relaciones.

Vásquez le dijo a la Corte cómo llegó Álex Saab a Piedad Córdoba y cómo se hicieron los primeros pagos de los negocios con Venezuela y los CADIVI.

¿Qué eran los CADIVIS? El mecanismo mediante el cual el gobierno venezolano reguló el cambio de divisas para pagar deudas que el régimen tenía con empresarios, muchos de ellos colombianos que no tenían forma de llegar a Chávez, sino por la influencia de alguien como Piedad.

“Juan Luis (hijo de Piedad Córdoba) fue el que propuso montar una cuenta en Belice. Incluso como ellos son ciudadanos canadienses, Juan Luis y Camilo, propusieron abrir una cuenta en Canadá.

Ellos vivieron allá muchísimo tiempo después del secuestro de Piedad. Entonces lo que sucede es que este empresario les dice: es imposible, no se puede, necesitamos una cuenta. Allí es donde aparece por primera vez Álex Saab manejando dinero hacia Piedad. Piedad le dice: necesito el favor de que nos hayas llegar este dinero, están los correos y el intercambio y Álex Saab envía una cuenta de una empresa en Colombia que se llama Makila. Makila recibió el pago de la primera comisión que recibió Piedad por comisiones de Cadivis y Álex Saab se lo hizo llegar a Piedad. (…). Fue la primera transacción que Álex le hace a Piedad”.

La mención a Armando Benedetti

En toda esta cantidad de información hay otra declaración importante que tiene que ver con el manejo de Monomeros, una empresa colombovenezolana de abonos y fertilizantes que fue motivo de una dura controversia entre el gobierno de Iván Duque y el régimen de Nicolás Maduro.

En su momento, Monomeros era controlada desde Venezuela a través de PDVSA y desde Colombia a través del gobierno del expresidente Álvaro Uribe, que tenía la intención de venderla.

Uno de los testigos le dijo a la Corte que a Piedad Córdoba le molestaba que Armando Benedetti manejara esa compañía, a pesar de que no era cercano a Chávez, por lo que definieron una estrategia para controlar la compañía.

«Empieza a hablarse del tema de que en Monomeros la gente que estaba era escuálida, un término que utilizan en Venezuela para personas que son opositoras al régimen chavista. Incluso al principio le preguntaron a Piedad si ella quería recomendar a alguien en la empresa, pero el control, a pesar de que la mayoría accionaria era de Venezuela, estaba y sigue estando en Colombia».

«Básicamente la gente que estaba en Barranquilla no querían hacer las cosas que les ordenaban desde PDVSA, y ellos no entendían cómo eso pasaba si tenían la mayoría accionaria. Ella decía que le parecía el colmo que en esa empresa mandara otra gente, otros políticos, incluso conservadores y hasta personas como Armando Benedetti. 

Ella mencionó el tema de Armando Benedetti y las pruebas que le dieron desde el sindicato eran que una empresa de empleados temporales llamada Gente Nueva o Gente Caribe es de propiedad de la madrastra de Armando Benedetti. Y que ellos tenían gran parte de la nómina de una empresa en Barranquilla que era Monomeros”, dijo el testigo a la Corte.

La recusación que nunca se resolvió

A pesar de que la evidencia era abundante, ninguna de las investigaciones contra Piedad Córdoba prosperó en la Corte Suprema. Fuentes aseguraron que hubo un retraso de por lo menos seis meses por recusaciones de la defensa que calificaba la investigación como irregular. Quien debía resolver las recusaciones era el magistrado César Reyes, pero nunca las resolvió.

A pesar de que los magistrados tienen poco tiempo para resolver las recusaciones de sus colegas, la última contra esta investigación fue de finales de noviembre. Hoy sigue sin ser resuelta pero deberá ocurrir en los próximos días para que todo el expediente contra Córdoba pueda ser finalmente cerrado.

con redacción de La FM

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