Francisco Martínez, rector suplente del CNE y expresidente de Fedecámaras, renunció, por «motivos personales». No obstante, denunció las precarias condiciones en que se encuentra dicho organismo.
Aunque advirtió que lo hace por «razones estrictamente personales», Francisco Martínez, renunció a su cargo de rector suplente del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Y es que, para el expresidente de Fedecámaras, “el Poder Electoral es la llave que puede abrir muchas puertas que han estado cerradas o ignoradas desde hace mucho tiempo».
No obstante, tras las elecciones del 21 de noviembre y, mucho más, luego de lo ocurrido en Barinas, Martínez advierte que «el derecho a elegir de todos los venezolanos está en terapia intensiva». Además, lamenta que «las condiciones del Consejo Nacional Electoral son muy precarias, difíciles y complejas».
A través de un comunicado, asevera que el CNE es «un escenario de la sociedad civil para el ejercicio pleno de nuestros derechos y deberes. Para cumplir con la obligación moral y ética de aportar medianamente el diálogo, la negociación y el acuerdo en lo relacionado con el derecho a elegir de todos los venezolanos, administrándose la voluntad política de individuos y grupos de forma libre y soberana, pacífica y organizada”, dijo.
Asegura que es «ciudadano empresario venezolano consciente y comprometido con la restauración de nuestra democracia. También fiel creyente de la igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia del funcionamiento del Poder Electoral, como lo señala nuestra Constitución en su artículo 293”.
Los obstáculos del CNE
Argumentó que aceptó su designación como rector suplente porque veía al CNE «como una verdadera herramienta de cambio real y efectivo para el país».
Sin embargo, destacó que «las inhabilitaciones políticas, las intervenciones judiciales, las arbitrariedades y el ventajismo del gobierno», no hacen posibles esos cambios.
A su juicio, atendiendo esos problemas se podrían generar las oportunidades para que todos los venezolanos, desde donde se encuentren, dentro y fuera del país, puedan votar y elegir.
“Con satisfacción y orgullo dejo un modesto aporte y apoyo en el arranque del actual CNE. Según la opinión de muchos, nacional e internacionalmente, está confirmado por el mejor equipo de rectores en los últimos 20 años de nuestra historia electoral, más allá de la inclinación política de cada uno”, añadió.
“Seguiré siendo parte de esa sociedad civil inconforme y exigente, que interpela y emplazan al gobierno a la oposición, para demandarles que se conecten con las necesidades de la gente y resuelvan sus problemas. Continuaré promoviendo el diálogo y la negociación política. Quiero, en fin, que mis hijos puedan tener un país lleno de oportunidades pudiendo expresar libremente que se sienten orgullosos de ser venezolanos”, concluyó.
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