Rafael Ramírez desenmascara a los hermanos Rodríguez

http://Rafael Ramírez,exministro de Petróleo y expresidente de Pdvsa de la era Hugo Chávez, no solo se queda en el análisis de la posibilidad técnica de alcanzar una cifra de producción de petróleo de 2.000.000 de barriles diarios llueva, truene o relampaguee, como aseguró Nicolás Maduro el miércoles 9 de marzo. Coloca más énfasis en otro aspecto.

En una solución política que permita la salida de quien hoy ocupa la silla presidencial en el Palacio de Miraflores.

Ramírez afirma que no habla de golpe de Estado, sino que espera que los venezolanos que se oponen a Maduro se unan sin rencores, ni odios y encuentren juntos una salida constitucional y una transición democrática pacífica, sin esperar que sea EE. UU. el que venga a resolver nuestros problemas. 

Pero advierte que en el seno del mismo madurismo están dos miembros del círculo de poder presidencial que tienen la intención de aligerar la salida de Maduro de Miraflores, en el momento en que puedan. Se refiere a los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez. Ella, vicepresidenta de la República. Él, presidente de la Asamblea Nacional. Ambos, según el expresidente de Pdvsa, “no son chavistas, son unos oportunistas”.

“Los hermanos Rodríguez no son chavistas, son unos oportunistas que han cabalgado en las debilidades de Maduro y tan pronto puedan se van a deshacer de Nicolás Maduro, lo van a enviar a Cuba o a cualquier otro sitio, pero van a hacer el pacto con quien sea para mantenerse en el poder sacándose a Maduro de encima”, dijo Ramírez al ser consultado sobre la presunta disposición de los hermanos Rodríguez a aceptar que Chevron retome la producción petrolera en el país.

El ingeniero petrolero también catalogó de “triste” el rol de Diosdado Cabello dentro del partido de gobierno, pues, dijo, “pasó de ser de los más poderosos en el sector político a dirigir un programa de televisión instigador del odio y máximo en un jefe de fracción parlamentaria”. 

Comenta que, a su juicio, “ha habido un reacomodo de las fracciones más antichavistas dentro del madurismo y en cualquier momento se despachan a Maduro, quien tiene que garantizarse su seguridad, la de su familia y círculo íntimo para ver cómo sale de esta situación”.

Durante más de una hora de entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz, el exministro de Chávez habló también de su gestión en Pdvsa, de los errores que, a su juicio, llevaron a la estatal a la situación actual, de la capacidad de producción y la promesa de Maduro de llegar a los 2.000.000 de barriles diarios en 2022.

También condenó actos de la actual administración y criticó a Asdrúbal Chávez, actual presidente de la estatal petrolera, de quien dijo que nunca estuvo preparado para ocupar cargos directivos en la industria, solo que su primo, el presidente Chávez, era quien nombraba a la directiva.

Como en otras ocasiones, Ramírez despachó las críticas y denuncias en contra de su gestión. Las calificó como expresiones de las rivalidades políticas, el resultado de odios de voceros dentro y fuera del gobierno de Maduro, que le quieren cobrar a Chávez y a él las causas de la crisis actual del país.

Ramírez vive en Italia actualmente, país en el que se estableció cuando supo que de venir a Venezuela sería apresado. “La familia de mi esposa es de aquí”.

Afirma que se dedica a asesorar a empresas petroleras internacionales. De eso, gracias a sus conocimientos como ingeniero petrolero y a los nueve años en que fue el CEO de la quinta empresa petrolera más importante del mundo asegura que vive.

Después de ocho años de su salida de la estatal petrolera, solo lamenta haber apoyado a Nicolás Maduro, a quien responsabiliza de la caída de la industria y de la debacle económica que esto generó en Venezuela. 

“Creímos que iba a darle continuidad y gestión de gobierno y fue un desastre. Todos fuimos víctimas de ese engaño masivo, después de eso yo no pude hacer más nada. Mi única reflexión es que nos dejamos engañar y asaltaron el poder, incluso cuando Chávez estaba enfermo”, expresa.

Las promesas de producción

Mantener la producción petrolera requiere de un ritmo de inversión que, de no realizarlo, impacta negativamente en la capacidad de los yacimientos, explicó el exministro, quien aseguró que en 2013 se destinaron 40.000 millones de dólares a mantenimiento y se invirtieron en la industria 22.000 millones de dólares más, pero desde 2014 este presupuesto fue suspendido por Nicolás Maduro, quien, según denunció Ramírez, usó los recursos en el pago de la deuda externa. 

“La empresa invertía 62.000 millones de dólares y tenía ingresos por el orden de 120.000 millones de dólares. Una gran inversión que tenía un gran beneficio para el país”,  asevera.

“El problema de la producción no son las sanciones norteamericanas”, apunta el ingeniero, quien detalla que en 2017, cuando Estados Unidos implementó las sanciones a la industria petrolera, Pdvsa ya había dejado de producir 1.000.000 barriles y durante la gestión de Manuel Quevedo la estatal petrolera se desplomó a 700.000 barriles diarios.

Para Ramírez, el problema de Pdvsa está en la orientación que le ha dado el gobierno de Maduro, por lo que insiste en la inviabilidad de alcanzar 2.000.000 de barriles diarios este año, como lo prometió el gobernante. 

“No invirtió más en la industria petrolera. Hay 150 gerentes y directivos que están presos, rehenes de Maduro y han salido 30.000 jóvenes desde el año 2016 hasta ahora, y toda la infraestructura está colapsada”, señala.

En 2005, en el segundo año al frente de Pdvsa, Ramírez presentó al país el Plan Siembra Petrolera, el cual establecía que la producción petrolera sería de 5,4 millones de barriles diarios en 2012. En 2013, último año de su gestión, la producción era de 2.6 millones de barriles diarios, según la Opep. En la actualidad, apenas si Pdvsa supera los 500.000 barriles diarios.

¿De acuerdo con sus números de cuánto era la producción en 2013? 

—Era de 3.000.000 de barriles diarios. 

Pero la información que veo de la Opep dice que eran 2.365.000 barriles

—Las fuentes secundarias de la Opep no reconocían como petróleo crudo el mejorado de la Faja Petrolífera del Orinoco y por eso reflejaban una producción de 2.400.000 barriles diarios, pero los números oficiales de Pdvsa indican que ese año la producción era de 3.015.000 barriles. Pero desde 2014, con la intervención de Maduro a la industria petrolera, la producción ha caído 76,7 % y no hay manera de verificar estos números, porque el Gobierno ha optado por no dar información. En este momento, cuando Maduro promete aumentar la producción del país en 2.000.000 de barriles diarios, la producción del país se encuentra en 668.000 barriles. No hay manera, porque ha habido un colapso de la capacidad de producción del país.

Es la tercera vez que lo entrevisto y siempre ha insistido en defenderse de las responsabilidades que le atribuyen muchos venezolanos por el manejo de la industria petrolera. Me refiero a la meta del año 2012. Usted decía ‘estábamos preparándonos, estábamos por llegar a eso’, pero era una meta. ¿Por qué no se logró?

—Porque todos los planes se modifican, no son fijos. Los planes se hacen con premisas del precio del petróleo y del mercado internacional. Todo cambió en 2008 cuando se desplomó el precio del petróleo. Caímos de 120 a 39 dólares, más bien tuvimos que hacer un recorte muy grande en la producción. Después de ahí nos esforzamos en mantener la producción en 3.000.000 de barriles y es un gran logro. Si la industria petrolera hubiera colapsado durante mi gestión hubiera habido escasez de gasolina, no hubiera habido dinero, pero no fue así, había gasolina, había dinero como nunca, metimos mucho dinero al país. La economía se vino abajo, porque estos señores (Maduro y su equipo) desviaron todos los recursos de la industria petrolera. Chávez nunca tocó el presupuesto de mantenimiento e inversión, porque sabía que tenía que mantener a la empresa generando recursos. Mi gestión puede ser verificada, yo publiqué todos los estados financieros, pero Maduro ha escondido todo.

La semana pasada estuve en Zulia y empresarios petroleros recuerdan lo que vino después de la expropiación que ocurrió en su gestión

 —Por supuesto que los empresarios no están de acuerdo. Nosotros estábamos produciendo en el año 2013 en el Lago de Maracaibo, en Zulia, 800.000 barriles. Zulia puede producir y lo estaba haciendo, solo que nos enfocamos en la Faja Petrolífera, porque es la mayor reserva de petróleo del mundo. 

—¿Qué condiciones deberían cumplirse para lograr la meta de los 2.000.000 de barriles diarios en 2022 que plantea Maduro?

—Hay que sacar a Maduro de la conducción de la industria, porque no es un problema técnico es un problema de la conducción del país; el problema está en Miraflores. Tenemos la suerte de que el petróleo está ahí, hace falta el conocimiento. En este momento de alza de los precios del petróleo, Venezuela no lo puede aprovechar porque hay incapacidad de articular una ofensiva económica.

Más de siete juntas directivas han fracasado una tras otra, promesa tras promesa. Maduro utilizó el dinero operacional de Pdvsa para otras prioridades. Entregó la industria a sus amigos. Quevedo firmó los llamados contratos de servicios petroleros con los que entregó las áreas petroleras a los privados, entre ellos las empresas de Álex Saab y han fracasado rotundamente. La capacidad de producción se basa solo en algunas áreas de la Faja Petrolífera del Orinoco y un poco en Oriente, pero ha fracasado todo. El 90 % del gas del país está asociado al petróleo, si no hay producción de petróleo no hay gas.

En un artículo que estamos por publicar, el experto petrolero Nelson Hernández indica que se necesitan 48 taladros activos para alcanzar los 500.000 barriles diarios y una versión promedio de 600.000 dólares por pozo incorporado a producción. ¿Tiene el gobierno de Maduro esos recursos?

—Este experto se queda corto, hace falta mucho más que eso. La empresa tendría que tener, por lo menos, 300 taladros para llegar a 3.000.000 de barriles diarios. Además, se tienen que hacer un conjunto de actividades de acondicionamiento y trabajo de pozos que no se han hecho en años. No es solo perforar y sacar, sino hacer mantenimiento, cambiar bombas electrosumergibles, arreglar los sistemas y las tuberías. Se puede hacer, pero hay que tener sentido común, prestarle atención a la industria, tener un sentido nacional, porque necesitamos a la industria para salir de esta crisis. Yo no estoy contento con lo que ha pasado con la industria petrolera, porque sé que eso significa para el país un retroceso de 100 años, volvemos a estar en un país que no puede manejar sus recursos naturales y si no podemos manejarlos, las transnacionales se van a llevar el petróleo y eso es un retroceso.

Usted habla de los muchachos que fueron despedidos por el gobierno de Maduro, yo recuerdo a los 20.000 despedidos tras el paro petrolero. ¿Conoce la situación actual de Pdvsa en cuanto a capacidades técnicas y operativas?

—La situación del sabotaje petrolero fue excepcionalmente absurda. A nadie se le ocurre que por una razón política vas a bloquear y más si eres el responsable de manejarla. Tuvimos que actuar en el marco de la ley y de garantizar la seguridad del país. Eso fue, sin duda, una pérdida importante en cuanto a capacidades para la industria petrolera, pero se fueron 20.000 y se quedaron 20.000 y con ellos comenzamos a reconstruir y para el año 2013 ya teníamos una importante capacidad. Ahora volvemos a perder capacidades, lo que significa que el país como nación pierde la capacidad de manejar el recurso más importante del mundo. La industria se puede recuperar, el sector privado nacional tiene mucho que hacer, los trabajadores y un gobierno distinto y con los recursos nacionales. Hay gente que habla de entregar el petróleo a las empresas transnacionales y no, nuestra industria es una tremenda máquina que tenemos para producir recursos para el país. Podemos sobreponernos a esta crisis porque tenemos el petróleo, pero no se le puede dar a Maduro.

Pero la salida de Maduro del gobierno parece no estar tan cerca. ¿Cómo hacer con la industria petrolera, si Maduro sigue en el poder?

—Él puede seguir acabando con el país, sostenido en el poder por las Fuerzas Armadas y la violencia, pero la situación del pueblo es desastrosa. Han salido más de seis millones de venezolanos, el país está sumido en la pobreza y la industria petrolera está destrozada. Si me preguntas si hay posibilidad de que cumpla su palabra diría que no va a ser posible. Maduro tiene ocho años en el poder y todavía le sigue echando la culpa a Chávez de sus problemas y el país que teníamos con Chávez era completamente distinto del desastre que tenemos ahorita. Teníamos nuestros problemas, cometimos nuestros errores, pero el país estaba bien y no con esta situación indignante; estamos en la cola del mundo.

Maduro insiste en culpar a las sanciones de los problemas en la industria petrolera. ¿Hay forma de que las sanciones hayan afectado a la industria petrolera? ¿Eso es cierto o falso?

—Es falso completamente. El primer ejemplo es Cuba que, además de ser más pequeño que Venezuela, está sancionada y produce todo el petróleo que tiene y produce gasolina en todas las refinerías. Otro ejemplo es Irán, que a pesar de las sanciones, mantiene una producción de 2.500.000 barriles diarios de petróleo y cuando le quiten las sanciones se estima que puede aumentar la producción en 800.000 barriles en un año, porque no ha abandonado su industria petrolera. Para Maduro, las sanciones son la excusa perfecta para tapar su incapacidad. Las sanciones no son la razón por las que colapsó la industria petrolera.

¿El levantamiento de las sanciones impactaría en la producción?

—Sí, porque supongamos que entra Chevron, sería la única empresa internacional que queda en el país. Se fueron Total, Equinor y hasta Rosneft, después que consiguió todo lo que quiso de Venezuela. También está Cnpc, pero todo el petróleo que produce y buena parte de las exportaciones petroleras venezolanas son para pagar el fondo chino, con el que adquirimos una deuda de 40.000 millones de dólares y habíamos pagado 26.000 millones de dólares, solo restaban 14.000 millones de dólares, pero Maduro, en su afán de obtener recursos, endeudó con el fondo chino hasta 70.000 millones de dólares. Vaya uno a saber en qué términos, porque todo es secreto. Los chinos no le van a decir a Maduro que le envíen ese petróleo a Estados Unidos y, además, Estados Unidos no necesita la producción venezolana.

En 2020 producía 13.000.000 de barriles de petróleo diarios, tienen una capacidad extraordinaria, ahorita producen 11.500.000 barriles y llegarán a 12.000.000 a final de año. De levantarse las sanciones la única empresa con capacidad de producir que queda en el país es Chevron, que produjo en 2013 en Petropiar 120.000 barriles y 100.000 en Petroboscan, por lo que en su mejor momento sumarían 260.000 que se agregarían a la producción actual. Es muy fácil destruir la industria petrolera, pero si todo el país está empobrecido con qué músculo levantas la producción. Creo que detrás del tema de la visita (de la delegación estadounidense) hay un viraje político de la Administración Biden para ver cómo llegan a un acuerdo de negociación.

¿Ellos buscan una salida democrática de Maduro?

—Sí, pero creo que la solución a nuestros problemas tenemos que buscarla en Venezuela. La gente, sobre todo en la oposición, está esperando que los americanos hagan algo y ellos tienen sus estrategias e intereses. Nosotros tenemos que buscar la estrategia que está planteada para remover este gobierno, incluso dentro del chavismo.

En el chavismo-madurismo hay varias facciones, una de ellas es la de los hermanos Rodríguez, que pareciera que son los más dispuestos a acercarse a Chevron teniendo como operador a Asdrúbal Chávez.

—Primero debo decir que Asdrúbal Chávez no tiene capacidad para dirigir la industria petrolera. Una cosa es que estuvo 10 años como vicepresidente en el área de Comercio y Suministro de Refinación. Habría que investigar la gestión, pero otra cosa es que dirija la industria petrolera.

¿Por qué tuvo a Asdrúbal Chávez ahí tanto tiempo? ¿Era una decisión del presidente-primo?

—Eran decisiones que no me correspondían a mí. Uno recomienda un equipo, pero al final eran decisiones del presidente Chávez y uno tiene que trabajar con el equipo que está ahí; pero más allá de eso Asdrúbal Chávez no tiene capacidad. En una situación como esta ni abre la boca, porque no tiene idea de lo que está pasando en exploración y producción, mucho menos el ministro Tareck El Aissami, así como (Manuel) Quevedo.

Mercado petrolero tras invasión de Rusia a Ucrania

La invasión de Rusia a Ucrania impactó de manera inmediata los precios del petróleo y, con las sanciones de Estados Unidos a la industria petrolera rusa, se genera un déficit en el mercado que ya el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), Mohammed Barkindo, adelantó que no podía cubrir este cartel, según relató Ramírez. 

Para el exministro, el resultado del conflicto en materia petrolera será una reconfiguración del mercado y, en ese sentido, lamentó que Venezuela no tenga capacidad de aumentar la producción, si bien no asegura que eso represente ingresos al país, debido a la deuda con China y los descuentos que actualmente se ve obligada a hacer Pdvsa.

“De la exportación actual, una buena cantidad va a China como pago de deuda, pero otra se está vendiendo con grandes descuentos de 30 % y hasta 40 % por las complicaciones y la falta de fiscalización. En el escenario de un incremento de la producción petrolera ¿a dónde se va esa plata? ¿De qué nos sirve? ¿A quién beneficia?”, apunta.

Rusia forma parte de Opep+. ¿Estarían las naciones del Medio Oriente dispuestas a aumentar la producción para cubrir el déficit causado por la invasión rusa a Ucrania?

—Esto va a significar la primera gran prueba para la Opep+. La Opep estuvo sometida a pruebas muy importantes, sobre todo con la guerra Irán-Irak, y la unidad no se quebró. Con Rusia vamos a ver cómo se comportan, porque hay fuerte presión por parte de Estados Unidos, sobre todo con las monarquías del Golfo. Emiratos Árabes Unidos ya dijo que iba a aumentar su producción, habría que ver qué va a hacer Arabia Saudita. El 31 de marzo será la reunión de la Opep+. Pero ya el secretario general (Barkindo) declaró que no hay manera de que la Opep pueda sustituir el petróleo ruso. 

Rusia produce 10,5 millones de barriles diarios. No podemos suponer que va a desaparecer, pero por las sanciones, su capacidad puede caer a 4 o 5 millones de barriles. La gran pregunta es quién va a suplir esos 5 millones. Estados Unidos puede sumar 1 millón, Arabia Saudita con todo su esfuerzo puede agregar otro millón. ¿Y el resto? El precio del petróleo va a seguir escalando. JP Morgan estima que puede llegar a 185 dólares a finales de año.

Es una situación excepcional. Estados Unidos puede sancionar a Rusia, porque se autoabastece, igual que Canadá, pero el problema lo tendrán Europa, China y las economías asiáticas. Si hay un bloqueo al petróleo ruso, el crudo se irá a China y a la India.

¿Ha recibido llamadas de empresas internacionales para pedirle consultas sobre el tema petrolero venezolano?

—Yo soy ingeniero petrolero y estoy trabajando en el sector petrolero como consultor, pero nunca pierdo de vista cómo podemos hacer para resolver la situación de Venezuela.

Fondo de pensiones de Pdvsa

Sobre las acusaciones en su contra sobre el desvío de los fondos de los trabajadores de Pdvsa, Ramírez señala que no es posible que se llevara los recursos, pues es una deuda de la empresa con sus trabajadores, que, además, no depende de la junta directiva de Pdvsa y la única modificación a los estatutos la solicitó en 2003 para redistribuir los fondos, porque la mayoría recibía muy poco y un grupo pequeño recibía la mayor parte. “Me da mucha tristeza ver a nuestros trabajadores jubilados en la situación en la que están, a nadie le importa, nadie los escucha, hay trabajadores y dirigentes sindicales”, aseveró.

Asimismo, afirmó que los fondos están en la estatal, pero la actual gestión no quiere entregarlos a los trabajadores. “No puede ser que Asdrúbal Chávez, que era uno de los que dirigía ese fondo de pensiones, le diga a los trabajadores que no les va a pagar”, condenó. Además, manifestó que el gobierno de Maduro utiliza a los trabajadores solo para hacer propaganda, pero se les quitaron los beneficios laborales que se alcanzaron luego de más de 100 años de lucha sindical.

Los resultados de Pdvsa en materia de gas y electricidad

Desarrollar una infraestructura para distribuir gas de manera directa en todo el país no es tarea fácil, señaló Ramírez, al justificar la inconclusión de las metas en materia de gas y electricidad con la cantidad de proyectos sociales que Pdvsa desarrollaba en paralelo a petición de Hugo Chávez, entre ellos la Gran Misión Vivienda Venezuela.  “Es complicado, sin embargo a todas las casas de la Misión Vivienda le pusimos gas; entregamos 600.000 viviendas en dos años y medio. Se avanzó lo que se pudo”, apuntó.

Sobre la construcción de viviendas, dijo que el logro que anuncia Maduro 3.000.000 es mentira, pues indicó que durante su gestión en el año de más intensidad se entregaron 250.000 y utilizaron todo el acero, los bloques y el cemento producidos en el país. “¿Cómo va a decir Maduro que construye un millón al año con la crisis que hay?”, cuestionó.

— Los venezolanos en ciudades del interior cocinan con leña. En 2008, Pdvsa firmó contratos con tres empresas de Biolorrusia para gasificar comunidades del país. ¿Qué pasó con esos contratos?

— Eso no funcionó. En nuestro país, el gas se botaba porque a las transnacionales no les interesaba, ellas venían por el petróleo. Se comienza a utilizar en Zulia en las áreas petroleras y a partir de 1971 se crea Pequiven y comienza a utilizarse un poco el gas. Cuando nosotros llegamos nos dimos cuenta que lo que más se utilizaba era GLP (gas licuado de petróleo), por lo que teníamos que garantizar la producción e importación de GLP. Teníamos la capacidad, pero comenzamos con el proyecto de gas directo, y no había tuberías. Como no había capacidad en el país vinieron los acuerdos internacionales. Los bielorrusos no fueron exitosos al igual que con la construcción de viviendas, donde tampoco cumplieron. Teníamos muchos problemas con ellos, pero era una dinámica que no estaba en nuestras manos. Fue con Pdvsa Gas con quien fuimos más exitosos y lanzamos gasoductos en todo el país.

La última vez que lo entrevisté fue hace justamente cuando ocurrió el gran apagón del 5 de marzo de 2018. ¿No se siente responsable de que venezolanos sigan sometidos a fallas eléctricas? En su gestión en Pdvsa se aprobaron proyectos a Derwick que no se ejecutaron, por ejemplo.

—Pero por qué voy a ser responsable si han pasado ocho años. Yo lo que hice fue tratar de conseguir todas las máquinas que pudiéramos en el mercado eléctrico internacional. El caso de Derwick está bajo observación permanente por la gente que estuvo metida ahí, pero es un tema que yo no seleccionaba. Lo traían los equipos técnicos, pero así como salió mal lo de Derwick pusimos muchas plantas de primera. Es muy fácil y muy duro culpar de todo a Pdvsa y a mí, la gestión de Corpoelec fue un desastre. A los únicos que culpan son a Chávez y a mí, pero hay mucha gente de Maduro ahí, esto tendría que ser una gran discusión. Entregamos un montón de máquinas y esta gente no le hizo mantenimiento. Cada quien que asuma la responsabilidad de su gestión.

notiveraz

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