«Que vayan a fastidiar para otro lado», escribió en un chat de jefes de comunidad el alcalde de Carrizal tras ordenar «redireccionar beneficios (CLAP) hacia otras comunidades» como forma de castigo a las familias de los sectores que salieron a protestar por agua y gas.
La orden – dada a los encargados de la distribución- es contra los habitantes de La Carbonera y Potrerito 1 que la mañana de hoy, desesperados por el caos de los servicios públicos, cerraron calles desafiando la cuarentena.
La información fue confirmada, a través de una nota de voz, por la jefa de comunidad de Los Samanes Miriam Luna, quien informó a los vecinos que ya dejarían de ser «prioridad» y que por orden del burgomaestre comenzarían a recibir cada dos o tres meses las cajas.
La presunta decisión fue califica por los afectados como arbitrarias, «queda demostrado nuevamente como la mal llamada revolución juego con el hambre del pueblo, en medio de esta tragedia quitarle la comida a los más necesitados es criminal».
La semana pasada, a través de su programa radial semanal, el alcalde carrizaleño informó que igualmente todo el que estuviera en la calle, violando la cuarentena, dejaría de recibir el referido beneficio.
«Alguien que le explique a este señor que la gente sale a la calle es a buscar agua, comida y gas, servicios que él debería garantizar como autoridad», agregó otro de los vecinos.
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