Los habitantes de Barrancas del Orinoco vuelven a caminar tranquilos por las calles. De noche, mientras duermen, un grupo irregular recorre el pueblo vigilando un posible regreso de la megabanda delictiva El Sindicato de Barrancas.
La gente de Barrancas del Orinoco siente que volvió la calma al pueblo. Los habitantes del municipio Sotillo, en Monagas, viven sin miedo seis meses después de la incursión de la guerrilla colombiana en una fiesta de Año Nuevo, ofrecida por El Sindicato de Barrancas.
Lo que ocurrió el 1 de enero de 2022 fue que un grupo de hombres vestidos de negro y con armas de fuego de alto calibre irrumpió en la fiesta para, supuestamente, cobrarle una deuda de dólares y droga a los miembros de El Sindicato de Barrancas.
En ese hecho, siete hombres fueron asesinados y una cantidad indeterminada resultó herida. Todos eran miembros del grupo delictivo. Tras 10 horas de fuego, los cuerpos de seguridad entraron al pueblo y desde entonces no han salido.
Este 1 de junio, resume en claves lo que ha ocurrido en Barrancas durante los seis meses de toma militar y policial en Barrancas:
- Habitantes afirman que no hay presencia de integrantes de la megabanda delictiva El Sindicato de Barrancas, conformada por 200 hombres y que llegó a estar liderada por 19 hombres, implicados en casos de secuestro, homicidio, extorsión, narcotráfico, tráfico de combustible y de personas.
- Los miembros del Sistema, como también le dicen al Sindicato, huyeron del pueblo luego del ataque de la guerrilla colombiana. El 24 y el 27 de mayo dos de los principales líderes fueron asesinados en Punta de Mata y Maturín, respectivamente.
- Desde hace un mes, un grupo de hombres recorre el pueblo durante las noches, atento a un posible regreso de la organización delictiva. La gente dice que no están vinculados a los cuerpos de seguridad sino a otro grupo irregular.
- La Fuerza Armada Nacional, la Guardia Nacional y la Policía Nacional Bolivariana sigue desplegada en las calles de Barrancas del Orinoco, realizando operativos de revisión de personas y vehículos, así como patrullando las calles y navegando por el río Orinoco.
- Las autoridades gubernamentales han retomado las actividades culturales, deportivas y recreativas en las calles. Incluso, celebraron los carnavales.
- Según los habitantes, los comerciantes y ganaderos ya no son extorsionados. La actividad comercial está mejorando y ahora, los comerciantes foráneos acuden con más frecuencia a comprar queso y pescado de río durante los días de semana.
- La persecución a visitantes se acabó. Antes, cuando una persona iba al pueblo era perseguida por motorizados que la obligaban a decir el lugar, motivo y tiempo de su visita en Barrancas.
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