Porqué la inestabilidad política, social y económica de Venezuela

Si hay algo que tienen en común cada uno de ellos en este Plan Regional —por no decir el mundo entero— es que, debido a los confinamientos, la pérdida de medios de vida ha traído consigo un empobrecimiento que ha obligado a muchas personas a depender de la asistencia humanitaria en todos los ámbitos, alimentación, alojamiento, protección, educación e higiene.

Y no se debe dejar a un lado los altos niveles de riesgo y vulnerabilidad que viven aquellos que se encuentran ingresando de manera ilegal en pateras o que se encuentran en situación irregular desencadenando un aumento en cuanto a violencia de género, persecución, índices de criminalidad, inseguridad, desnutrición e incluso un recrudecimiento de los delitos de odio y tendencias xenófobas.

Los Estados están perdiendo su capacidad de contención, control, estabilidad y capacidad de volver a la normalidad sin que todos los sectores se vean afectados.

El Plan Regional también se ha enfocado en aquellos venezolanos que debido a su condición viven situaciones en las cuales el acceso a derechos básicos es prácticamente imposible, recrudecido por las restricciones de movilidad, las medidas de confinamiento y los constantes desalojos que han dejado a muchos de ellos en situación de calle.

Si ya resulta complicado para los nacionales quienes han visto perder de manera drástica sus medios de vida, no se puede entonces cerrar los ojos aquellos que no cuentan con planes de asistencia social. Esto es en forma resumida lo que quiso expresar el Representante Especial Conjunto de ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones para los Refugiados y Migrantes de Venezuela, Eduardo Stein.

El Plan de Trabajo consta de 225 páginas y su objetivo fundamental es fortalecer las respuestas que han dado los países de acogida prestando apoyo en la intervención en temas de garantías fundamentales como es la salud, el alojamiento, el agua, higiene y la integración social.

Cabe destacar que estas acciones han convocado a numerosas agencias no solo internacionales, sino también organizaciones no gubernamentales y representantes de la sociedad civil transformándose en un esfuerzo conjunto, continuo, flexible y centrado en estrategias, no solo en cuanto al desplazamiento, entrada y salida de estos grupos ya delimitados, sino también en cuanto a los peligros que deben enfrentar mientras se encuentran en tránsito.

¿Qué se pretende con este plan de acción? Si bien no es el primer Plan Regional trazado, los desafíos son mayores y traen consigo la necesidad de ampliar no solo el radio de acción sino transformar las políticas de fronteras y migratorias de cada uno de estos países.

Por ejemplo, existe la conciencia de que muchos venezolanos en estos momentos son víctimas de tráfico humano y corren el riesgo de ser reclutados por el crimen organizado involucrándolos en actividades de narcotráfico. Otros, se encuentran en situación de riesgo sobre todo al momento de atravesar la frontera lo cual ha llevado a procurar una flexibilización de los mecanismos de recepción, inspección y permanencia en centros de asistencia.

El tema COVID ha hecho indispensable invertir un importante monto para la realización de pruebas de detección de casos, de habilitación de zonas de aislamiento y la facilitación de espacios sanitarios para la atención de casos de gravedad y así evitar la expansión indiscriminada de contagios.

Conjuntamente con esto, se ha llegado a un consenso para que las políticas migratorias en relación con los venezolanos cuenten con celeridad y en la medida de lo posible se pueda regularizar su situación otorgándoles la oportunidad de reincorporarse a la vida social y laboral del país receptor lo cual puede representar también una oportunidad de aportar mano de obra calificada y también colaborar con el aparato productivo a largo plazo.

Sin embargo, el éxito de la implementación del Plan este año no depende ni de la voluntad ni de los montos aportados sino de situaciones mucho más delicadas. Dependiendo de cómo evolucione la Pandemia en el próximo año los países que en estos momentos se encuentran participando en este Plan cuyo nombre será la Hoja de Ruta de Quito quizás puedan verse desbordados y totalmente incapacitados para poder enfrentar situaciones que no sean exclusivamente las de recuperación.

La economía mundial está en declive. Por lo tanto, no se trata de lo que se pueda financiar un plan a corto plazo, se trata de ver si realmente en plan de reinserción e integración de la población va a ser exitosa.

En una situación tan crítica como la actual, donde todas las comunidades del mundo se ven amenazadas, es mucho más fácil que vías irregulares y el crimen transnacional encuentre espacio para manipular a estos grupos vulnerables que solo buscan sobrevivir.

Y tratando de ir un poco más lejos, el mundo se encuentra tratando de aliviar un fenómeno humanitario de grandes proporciones. Sin embargo, la razón de la crisis sigue estando allí y es la inestabilidad política, social y económica de Venezuela. Esto significa que, de no atacar el problema de raíz, lo que estamos haciendo es aplicando un placebo sociopolítico a un tema que se viene agudizando y es cada vez más crítico.

Por: Corina Helena Cortés Oliveros

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