El confinamiento a causa de la pandemia de la Covid-19 ha abierto la puerta a nuevas oportunidades como la digitalización, pero también a nuevos riesgos como los ciberataques ante los cuales empresas y particulares deben adaptarse.
– El confinamiento ha acentuado la vida digital y con ello han aumentado los ciberataques. ¿A qué peligros se expone el usuario sin conocimientos técnicos?
Las circunstancias actuales, en las que existe una mayor exposición y vulnerabilidad de las personas debido al incremento del uso de internet, han propiciado un escenario ideal para los ciberdelincuentes.
La situación ocasionada por la crisis del coronavirus ha llevado a los ciberdelincuentes a realizar un mayor número de intentos de estafa a través de canales digitales. Según el Centro Criptológico Nacional, el phishing ha crecido más de un 70% desde que comenzó la crisis de la Covid-19.
Ahora más que nunca, es esencial reconocer estas amenazas y extremar las precauciones a la hora de utilizar la red para evitar ser víctimas de engaños y ataques que puedan poner en riesgo nuestra información.
– Las empresas también se han visto afectadas por los ataques digitales. ¿Cómo les ha afectado?
En los ciberataques, las empresas no son ajenas. La crisis del coronavirus ha traído cambios en los hábitos del consumidor que hacen que el sector empresarial tenga que reinventarse en un nuevo entorno de incertidumbre.
Los tipos de ciberataques que están registrando las autoridades durante la pandemia del coronavirus son principalmente el ‘phishing’ y el ‘smishing’. Ambos con el mismo modus operandi, suplantan a un organismo oficial e intentan redirigir al usuario a una página web falsa para que introduzca en ella sus datos personales o descarguen archivos maliciosos.
– ¿Cómo pueden protegerse, tanto empresas como particulares, ante esta amenaza?
Las pymes y autónomos se han visto obligados a adaptar sus negocios a esta nueva realidad, redoblando esfuerzos para evitar ser afectados ‘por los malos’.
En este sentido, la importancia de la venta a distancia y la digitalización acelerada son nuevos retos a los que se enfrentan para impulsar sus negocios, y estos vienen acompañados de riesgos y amenazas.
Por ejemplo, la seguridad de los dispositivos es el primer obstáculo para un ciberdelincuente. Es recomendable mantener actualizados el sistema operativo, el navegador y todas las aplicaciones.
Además, recomendamos utilizar antivirus en todos los ordenadores y móviles, no descargar ningún archivo adjunto, y más sin pasarlo por un antivirus, salvo que se conozca que proviene de una fuente segura y sea lógico en el contexto de las comunicaciones con ese interlocutor.
Por otro lado, no se debe introducir nunca los datos personales en una página web a la que se haya accedido a través de un enlace en correo electrónico, SMS o mensaje instantáneo.
Todas las empresas, grandes y pequeñas tienen que tener muy en cuenta su seguridad. Los ciberataques pueden tener consecuencias indeseadas para las empresas, como pérdidas económicas o impacto reputacional, por eso la ciberseguridad y la protección de la información se ha convertido en una necesidad.
– Al ser un gran banco mundial el BBVA afronta un riesgo aún mayor. ¿Cómo respondéis a esta problemática digital?
Para BBVA la ciberseguridad es una prioridad. Tanto por las consecuencias que pueda tener un posible ataque como por el hecho de que estos cada vez son más numerosos y sofisticados, por lo que exigen una continua evolución de las estrategias de protección de la Organización.
Una de las herramientas principales para combatir los ataques son la concienciación y la educación.
En BBVA estamos muy comprometidos con la protección de la información de nuestros empleados y clientes. Las personas son el primer eslabón en la cadena de la seguridad y, por esta razón, nuestro trabajo en materia de formación y concienciación de ciberseguridad es un pilar muy importante dentro de nuestra estrategia.
Además, por supuesto, de las medidas técnicas de protección con las que dotamos a nuestros servicios.
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