¿Por qué Juan Guaidó está en el limbo entre Biden y Maduro?

La visita de funcionarios enviados por Joe Biden a Venezuela trajo como era de esperar, unas consecuencias inevitables, como la reacción, aunque tímida, de Juan Guaidó, quien no tiene atribuciones como jefe de Estado, aunque EE.UU. diga que lo reconoce como «presidente interino».

El hecho lo llevó a un limbo político, con la continuidad del reconocimiento como «presidente interino» por parte de EE.UU. No obstante, solo de palabra, ya que, de hecho, las conversaciones sobre los asuntos tratados fueron con Maduro.

El opositor aseguró, días después de la visita, que era conocedor de la reunión y que él mantiene comunicación «rutinaria, habitual y constante» con EE.UU.

Han pasado tres años desde que EE.UU. y Venezuela rompieran relaciones y entraran en una permanente disputa que parecía no tener fin. Pero, una sorpresiva reunión en Caracas entre Nicolás Maduro y representantes de Joe Biden, abrió una nueva vía y un reconocimiento velado a Maduro. Este hecho ¿deja al opositor Juan Guaidó en el limbo político?

Desde que a principios de este mes una delegación estadounidense se reunió en Caracas con Maduro, las especulaciones sobre un acercamiento real entre ambos Gobiernos crecieron. Esto llevó al portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, a desmentir que el encuentro supusiera un cambio en las relaciones.

El demócrata Joe Biden, siguiendo la ruta marcada por Donald Trump, aseguró, en repetidas ocasiones, que desconocía a Maduro como presidente de Venezuela. Insistió en que su Gobierno mantenía el reconocimiento de Guaidó como mandatario interino.

Sin embargo, la reunión en Caracas solo podía ser con quien tiene autoridad para abordar asuntos de Estado que es el caso de Maduro. Se trata de un hecho que pone en evidencia la nula capacidad del interinato, a la vez que reafirma el poder de Maduro. Al final, que él quien recibió a los enviados de Biden en el palacio de Miraflores, sede de la Presidencia, recuerda.

Qué, cómo y por qué

El encuentro en Miraflores se produjo con la invasión rusa a Ucrania -que había comenzado poco más de una semana antes- como telón de fondo. Es un conflicto que, de facto, cambió el mapa geopolítico mundial de manera inmediata, algo que se podía prever antes del comienzo de la contienda.

Y uno de los grandes problemas que planteó para numerosos países occidentales es el del suministro energético.

Biden prohibió las importaciones de gas, carbón y petróleo de Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania. La decisión la secundó el Reino Unido y llevó a que los países de la Unión Europea pretendan reducir su demanda. Todo, para terminar rompiendo, en un tiempo no definido, las relaciones comerciales con su mayor proveedor.

Así, Occidente debe buscar alternativas, y este fue uno de los temas que se abordaron en Miraflores. Venezuela cuenta con las mayores reservas probadas de petróleo del planeta, pero las sanciones de EE.UU. impiden que las exportaciones se puedan llevar a cabo de forma regular.

Sin mayores detalles, las partes confirmaron que el posible suministro de petróleo venezolano a Occidente se trató en el encuentro. La implicación lógica era, inevitablemente, el levantamiento de, al menos, parte de las sanciones. Este es otro tema que se tocó en la reunión, y que solo se puede solventar con el presidente del país.

Y pese a que EE.UU. mantiene la postura de reconocimiento a Guaidó en detrimento de Maduro, de facto, lo reconocieron. Se sentaron con el único interlocutor posible, que no es otro que Maduro.

También se habló de las liberaciones de los presos políticos que solo las autoridades gubernamentales pueden llevar a cabo. Y así ocurrió, pocos días después, cuando se excarceló a dos ciudadanos estadounidenses que estaban detenidos en Venezuela.

Las liberaciones eran, según la Casa Blanca, el principal motivo del viaje. Aunque reconoció que se tocó el tema energético, aseguró, por el momento, que no hay negociación para importar crudo venezolano. Y tampoco para levantar las sanciones, asuntos que van, inevitablemente de la mano.

Pero a la fecha, y pese a las declaraciones tanto de EE.UU como de Venezuela después del encuentro, el contenido real y completo de la misma continúa siendo un gran secreto que tan solo conocen los participantes y quienes, posteriormente, lo supieron de primera mano.

La reunión también despertó recelos entre un grupo de congresistas republicanos de Florida, que instaron a Biden a no suavizar la política hacia el Gobierno de Maduro, que consideran una «dictadura», negociando o levantando sanciones.

Y mientras que algunas organizaciones de venezolanos en el exterior aprueban el acercamiento, otras lo rechazan, al considerar que EE.UU. está faltando a su palabra de desconocer a Maduro como mandatario.

NotiVeraz

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