El actual contralor general de la República, Elvis Amoroso, ha presentado su nombre para aspirar a integrar la directiva del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), la autoridad electoral que debe quedar seleccionada en las próximas semanas con vistas a las elecciones presidenciales previstas para 2024.
Su nombre sobresale junto al de otros 153 aspirantes en una lista que debe ser debatida por la Asamblea Nacional, el Parlamento venezolano controlado por el chavismo, luego de un proceso de consultas estipulado por la Constitución. La anterior directiva, presidida por Pedro Calzadilla, fruto de un trabajado acuerdo político entre el Gobierno y la oposición hace dos años, renunció abruptamente y sin dar explicaciones a sus cargos hace unas semanas.
Contralor general de la República, perteneciente al llamado poder ciudadano y presidente del Consejo Moral Republicano (rama del poder público encargada de velar por la correcta administración del patrimonio nacional) en uno de los momentos más críticos de la corrupción en Venezuela, Amoroso ha sido el artífice de, al menos, 15 inhabilitaciones políticas a dirigentes fundamentales de la oposición venezolana. Entre ellas, la de Henrique Capriles, de Primero Justicia; Juan Guaidó, de Voluntad Popular; pero, sobre todo, de María Corina Machado, de Vente Venezuela, en este momento a la cabeza en todos los sondeos de opinión.
La Contraloría General de la República que preside Amoroso ha esgrimido entre las razones para vetar a Machado por 15 años para aspirar cargos públicos el hecho de que su declaración jurada de patrimonio presenta “errores y omisiones”. Machado, Capriles, y otros voceros de la oposición han decidido rechazar estas medidas, por considerarlas ilegales y poco éticas, y continúan haciendo campaña por todo el país.
Junto a Amoroso, como aspirantes a considerar por el poder legislativo para la nueva directiva del CNE, aparecen los chavistas Gustavo Vizcaíno, actual jefe del Servicio Nacional de Identificación y Extranjería; Fabio Zavarse, excomandante de la Guardia Nacional; Sandra Oblitas, rectora del CNE en años anteriores; y los exministros Virgilio Trompiz y Francisco Garcés. Además, los abogados Manuel Escauriza y Antonio Meneses, firmantes de las inhabilitaciones políticas de Henrique Capriles y María Corina Machado, respectivamente.
También han postulado sus nombres algunos políticos y activistas civiles vinculados a la oposición, como Luis Emilio Rondón y Enrique Márquez, de línea moderada, pertenecientes al partido Un Nuevo Tiempo, y el independiente Roberto Picón.
Miembro fundador del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela en 2007, Elvis Amoroso, de 59 años, ha sido un militante chavista desde finales de los años noventa, antes de la propia llegada al poder de Hugo Chávez en 1999.
Formó parte del Movimiento V República, la primera formación política que fundara el finado caudillo bolivariano, y ejerció varias responsabilidades como diputado. En los tiempos de Nicolás Maduro ha quedado electo vicepresidente del poder legislativo en dos oportunidades. En 2006 se graduó de abogado en la Universidad Bicentenaria de Aragua, estado ubicado en el centro norte del país, del cual es oriundo.
Las graves denuncias de corrupción por sumas millonarias hechas por algunos diputados y voceros de la oposición venezolana, -particularmente las vinculadas a la quiebra de la estatal Petróleos de Venezuela- en estos años, han estallado en los aires y se han disuelto sin remedio en medio del silencio de su despacho.
Uno de los hijos de Amoroso, Elvis Junior, también diputado del PSUV, hace poco fue nombrado contralor por el costero Estado Vargas, muy cercano a Caracas, por el despacho que preside su padre. Su otro hijo, Jesús, llamado El Duke, es un conocido cantante e intérprete de ritmos urbanos. El Duke defiende abiertamente las posturas políticas de su padre y se enfrenta con desparpajo a sus críticos en las redes sociales, mostrando sin recato sus fiestas y viajes para provocarlos.
Amoroso se había postulado antes como magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, pero su nombre no pudo ser considerado porque, al momento de presentarse, aún no tenía cumplidos los 15 años de graduado como abogado, requisito indispensable en la legislación venezolana.
En los círculos políticos e informativos del país se da por descontado que, a diferencia de lo que sucedió en 2021, la elección de la nueva directiva del Consejo Nacional Electoral estará orientada a buscar funcionarios de línea dura, con mucho menos escrúpulos institucionales que en el pasado, comprometidos políticamente con la causa de Nicolás Maduro, listos para tomar las decisiones necesarias que permitan al oficialismo retener el poder a todo evento.
En la mayoría de los estudios de opinión del país, el interés en lograr algún tipo de cambio político en paz y sin traumas alcanza casi el 75% de la población.
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