Estados Unidos ha sancionado al diputado Luis Parra, el falso presidente del Parlamento venezolano impuesto por Nicolás Maduro, y a varios diputados de su entorno acusados de corrupción por intentar bloquear el proceso democrático en Venezuela» y la reelección del líder opositor, Juan Guaidó, acusó el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin.
Las sanciones también recayeron en la falsa directiva del Parlamento: Franklyn Duarte, primer vicepresidente, y José Gregorio Noriega, segundo vicepresidente.
Además se suman a la lista negra, en la que ya figuran los principales dirigentes del chavismo y los militares que les sostienen en el poder, el supuesto secretario Negal Morales y los diputados José Brito, Conrado Pérez y Adolfo Superlano, acusados junto con Parra de hacer lobby en favor de Carlos Lizcano, aliado del empresario colombiano Alex Saab, sancionado por lavado de dinero en EEUU.
Saab es el testaferro de Nicolás Maduro, según las investigaciones de la fiscal rebelde Luisa Ortega, exiliada en Bogotá.
Con estas sanciones, los bienes y cuentas que Parra y compañía puedan tener en Estados Unidos quedan automáticamente bloqueados y se prohíbe a cualquier persona estadounidense hacer negocios con ellos. Los diputados «traidores» tampoco pueden visitar ese país. Las sanciones sólo serán removidas, según Mnuchin, si los castigados se ponen del lado del pueblo de Venezuela y de Guaidó.
Parra y sus seis cómplices, todos ellos expulsados de sus partidos, ya forman parte de la historia más oscura de la revolución pese a ser unos recién llegados para la opinión pública. El grupo entero pretendió obtener la legitimación de la Conferencia Episcopal, presentándose de improviso en su sede caraqueña. Se quedaron con los ganas: los obispos rechazaron al séquito de los «traidores».
«En la vida siempre se puede caer más bajo, peor si nos domina la ambición. Luis Parra, acompañado por sus colegas y de cuerpos armados del Estado, pretendieron abruptamente que les recibiéramos los obispos», denunció monseñor Víctor Hugo Basabe, obispo de San Felipe. «Así como llegaron, se fueron. Nosotros estamos claros, caballero«, sentenció Basabe.
Sólo Rusia y Cuba han reconocido hasta ahora a la fraudulenta junta directiva,, ahora sancionada, que no ha dudado en despedir sin contemplaciones a una parte de los funcionarios de la AN. Y eso que ni siquiera disponen del sello necesario para legalizar esos documentos.
Cuestionado una y otra vez por el acta del 5 de enero, en la que según el chavismo Parra fue elegido pese a no contar con quórum y ni siquiera realizarse una votación, el diputado expulsado asegura ahora que se la robaron.
MALETINES VERDES
Pese a que ya cuentan con el control del Palacio Legislativo gracias a los militares y a sus escoltas del gobierno, la operación de los maletines verdes no ha cesado. Todo vale para conseguir nuevos adeptos a la causa revolucionaria, desde hostigar a las familias hasta amenazar a los enfermos.
Así le ha sucedido a la diputada Addy Valero, de Acción Democrática, quien lucha contra un cáncer desde hace meses. Uno de los diputados del grupo de Parra intentó sobornarla con dinero y con ofertas médicas, confirmó el propio Guaidó.
Tanto Parra como sus cómplices sabían que las sanciones eran inminentes, pero en su círculo íntimo ya habían dejado saber que no les afecta. Desde su fraudulenta juramentación, megáfono en mano, Parra cuenta con un ejército de escoltas, 15 a las afueras del despacho okupado en el Palacio Legislativo, y se mueve por Caracas con el último modelo de 4×4, un Toyota Fortuner, pese al supuesto «bloqueo» que según la revolución sufre Venezuela.
NotiVeraz