Petro confía en que Maduro permita elecciones en Venezuela

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reiteró que América Latina ha cambiado y que es necesario que la región abrace la libertad y la justicia para que no existan dictaduras.

En una entrevista ofrecida a El País de España, el mandatario se refirió a su reciente encuentro con Maduro y a las reuniones en París que buscan reactiva la mesa de negociaciones en México.

Afirmó que uno de los temas que tocó con el líder chavista fue la nueva dinámica política que está conquistando el continente.

«La democracia liberal es parte de la agenda progresista en América Latina», expresó mientras asegura que fue «osado» hablarle a Maduro sobre este punto.«Uno mira los últimos triunfos electorales, el de Boric, el de Lula, el mío, hay un cambio en América Latina. Es el triunfo de grandes frentes democráticos, es la izquierda frente al fascismo. Rechazar la democracia liberal lleva hacia dictaduras y autoritarismos como se vienen presentando en algunos países de América Latina», continuó.

El mandatario colombiano siente que Maduro está dispuesto a llegar a un acuerdo para resolver la crisis política en Venezuela.

«Siento en Maduro la decisión de hacer elecciones en el 2024. Me puede engañar, pero esa es la impresión que tengo. Ese es su objetivo», concluyó.

Acotó que es posible ver elecciones libres y verificables en Venezuela, respetando a los perdedores y sin injerencia extranjera.

A continuación, la entrevista:

P. ¿A qué pactos ha llegado con Maduro?

R. No hay pactos secretos. El tema de la frontera va más lento de lo que creía. Durante los años en los que no tuvimos relaciones Colombia y Venezuela, un tiempo de vacío estatal, se creó un poder mafioso sobre el comercio, con una capacidad enorme de destrucción de la población que tenía que transitar de un lado a otro. Al abrirla ahora, nos toca chocar con ese tipo de estructuras criminales.

P. ¿Y tiene usted la capacidad militar suficiente para enfrentarlas?

R. Sí, y más si nos coordinamos con Venezuela. Lo que pasa es que eso nos demora tener normalidad entre los países. Yo propuse la entrada de Venezuela al —y fue el tema de mi conversación personal con él— aceptar que la democracia liberal es parte de la agenda progresista en América Latina.

P. ¿Fue osado hablarle a Maduro en persona de democracia liberal durante su visita a Caracas?

R. Sí. Si uno mira los últimos triunfos electorales, el de Boric, el de Lula, el mío, hay un cambio en América Latina. Es el triunfo de grandes frentes democráticos, es la izquierda frente al fascismo. Rechazar la democracia liberal lleva hacia dictaduras y autoritarismos como se vienen presentando en algunos países de América Latina.

P. ¿Se refiere a Venezuela?

R. (Risas). Me refiero a países autoritarios en América Latina en general. Defender la democracia liberal me parece que es importante para toda América Latina y para Venezuela. ¿Es difícil? Es muy difícil. Porque siempre está en el ambiente la destrucción física. Nuestras derechas no son democráticas. Una vez las derechas se hacen el poder, matan. Ese es el gran temor que hay en Venezuela.

P. Guaidó dijo en una entrevista con EL PAÍS que usted no tenía nada de ingenuo. Y que seguramente era consciente de que Maduro podría estar ganando tiempo al asegurar que regresará a los organismos internacionales, pero que no terminará haciéndolo.

R. Siento en Maduro la decisión de hacer elecciones en el 2024. Me puede engañar, pero esa es la impresión que tengo. Ese es su objetivo.

P. ¿Se pueden dar elecciones libres y verificables en Venezuela?

R. Sí, y deben versar sobre un acuerdo de garantías para el que pierda, cualquiera que sea. Al perdedor se le debe respetar dentro de Venezuela. Y no debe haber una injerencia en la decisión libre del pueblo venezolano.

P. Ha propuesto decretar una amnistía.

R. Sí, total.

P. O sea, tabula rasa y empezar de cero.

R. Puede ser.

P. Washington observa de cerca su acercamiento a Maduro, pero necesita algunos gestos del presidente de Venezuela y le presiona a usted con decisiones como no permitir que Conviasa, la aerolínea estatal venezolana, vuele a Bogotá, cuando lo hace a otros países de la región sin problema. ¿Siente esa presión de EE UU?

R. Que Conviasa no vuele entre Bogotá y Caracas son temores al interior de nuestro propio Gobierno y de las empresas, que no quieren exponerse a las sanciones.

P. ¿Eso supone una presión en su relación con Venezuela?

R. Sí, digamos que sí.

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