La Conferencia Episcopal Venezolana se pronunció este miércoles acerca de la denuncia publicada por The Washington Post, acerca de las denuncias sobre presuntos abusos sexuales por parte miembros de la iglesia católica del país, que supuestamente se habrían ocultado.
«Los obispos ni se han opuesto ni se oponen a la actuación de los organismos competentes de la justicia civil en esta materia de abusos», dijeron las autoridades de la CEV, durante una rueda de prensa donde leyeron un comunicado.
Sostiene que la iglesia en Venezuela «ha procurado las investigaciones y los procesos según la legislación eclesial» y ha sancionado a sacerdotes y miembros de la Iglesia con delitos comprobados.
«Nos sentimos profundamente consternados y dolidos ante las situaciones de abusos que se presentan», dice el documento.
Anunciaron la instauración de un «Protocolo de la Iglesia en Venezuela para la Prevención de Abusos».
«Los abusos sexuales constituyen un delito y grave pecado contra la vida y la dignidad de la persona, particularmente cuando afectan a los más débiles», asevera el comunicado.
La CEV reitera «el compromiso de promover la dignidad de los niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables» así como de protegerlos y ofrecerles ambientes seguros, señala el escrito.
«Nos hemos comprometido a hacer de nuestras instancias de Iglesia lugares seguros para todos», señalan los miembros de la CEV.
En este sentido, la CEV anuncia que realizan «diversas iniciativas orientadas a brindar información y formación a los diversos agentes de pastoral sobre la cultura del buen trato y la prevención de abusos».
Y asegura que la institución «dispone de unas líneas-guías de actuación ante presuntos abusos cometidos por clérigos y agentes de pastoral, recientemente renovadas».
Por ello, constituyeron «una Comisión de Prevención conformada por expertos en la materia».
Asimismo, aseguran que «en nuestras diócesis, institutos religiosos, centros educativos y sociales, hemos venido estableciendo mecanismos para recibir denuncias de presuntos abusos».
En consecuencia, «estamos actualizando códigos preventivos de conducta y protocolos de actuación para los que prestan sus servicios en el ámbito eclesial».
«Estamos conscientes de que siempre se puede hacer más y estamos dispuestos a hacerlo en sinergia con otras instituciones», aseveraron los integrantes de la Conferencia.
Y finalmente, reiteraron su «compromiso en promover la cultura del buen trato y consolidar espacios seguros (…) a fin de erradicar todo posible abuso en la Iglesia y en la sociedad».
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