Superar sus diferencias, reconectar con la gente, las primarias y el diálogo, son los retos que tiene la oposición, frente a Nicolás Maduro que sigue en el poder y puede seguir allí tranquilamente.
Unidad. Esta palabra ha sido repetida y relacionada con la oposición venezolana hasta el cansancio. Pero, los factores del antimadurismo no parecen comprender su alcance, a pesar de que, desde hace tiempo, pero sobre todo en los últimos meses, no parecen ver la crisis que los aqueja y amenaza con enterrarlos y sacarlos de las preferencias de los venezolanos.
Y es que los retos de la oposición frente al 2024, son varios, no solo porque se avecinan las elecciones presidenciales, sino porque su situación puede derivar en que Nicolás Maduro se perpetúe en el poder, sin hacer prácticamente ningún esfuerzo y esto se debe principalmente a que del lado del oficialismo hay unidad, al menos de propósitos, aunque tengan sus propios problemas.
Además, es un hecho innegable que Maduro está en el poder y gobierna, bien o mal, pero lo hace y con las medidas económicas, la apertura cambiaria y esa supuesta recuperación, ha logrado subir en las preferencias, mientras la oposición va para atrás.
Los sondeos de opinión realizados en el último año demuestran que ningún líder político, del lado que sea, supera 20% de las preferencias.
Pero, dentro de esto, Nicolás Maduro lidera esas preferencias, aunque sean bajas. Mientras que del otro lado, más de 60% de la población, no quiere nada con los políticos o la política, ocupados como están en sobrevivir a la crisis y resolver sus propios problemas.
En este caso, el mensaje pareciera ser que los venezolanos deberán escoger entre «el malo y el menos malo». Superar este enorme obstáculo es la principal tarea de la oposición.
Los retos
Básicamente, son cuatro retos: superar sus diferencias, las primarias, el diálogo y reconectarse con la gente. En esto coincide el analista y diputado de la Asamblea Nacional, Aníbal Sánchez, quien resume, en 7 ítems, las tareas que tiene por delante la oposición, pero no a largo plazo, sino “YA”.
En declaraciones para Impacto Venezuela, Sánchez señala que la oposición debe:
“1. Articularse, 2. Diseñar una estrategia coherente, lo que conlleva compromiso y reconocimientos, 3. A partir de las primarias, organizarse a todo nivel, para ganar o generar capacidades de triunfo, 4. En paralelo, debe ir trabajando el tema de un Plan País, donde se nos permita sentirnos identificados. Y en este caso, la política no puede ser voto hoy y mañana grito fraude”, explicó.
En quinto lugar, el analista destaca “el rol de la negociación política entre los opositores, lo cual no puede ser visto como algo negativo, siempre y cuando se ponga el foco en la atención de la crisis y en los problemas de la gente, todo sin dejar de buscar garantías electorales”.
Seguidamente, enfatiza en que la oposición “tiene que realizar un activismo que es necesario para reconectar con la gente y esto requiere representatividad. Es decir, no puede ser que los líderes den la impresión de que nunca han tomado un autobús para hablar con los pasajeros y escuchar sus problemas”.
El séptimo reto es que “la oposición necesita un cuerpo propio, más allá de las mismas caras que de vez en cuando aparecen en una rueda de prensa, sino algo que genere confianza. En este sentido, se ha propuesto retomar la estructura de la Coordinadora Democrática, la cual era más abierta y con comisiones multidisciplinarias y plurales que se asignaban tareas y, al final, debían rendir cuentas y mostrar un resultado”, indicó.
En este caso, Sánchez habla de elaborar una estrategia que envuelva temas claves “como el de los presos políticos y las garantías electorales, pero también que toque la realidad del venezolano que a diario trabaja y se esfuerza. La estrategia comunicacional en este sentido es importante”, expresó.
¿Con qué se come la unidad?
A la hora de desentramar qué significa eso de la “unidad”, el analista sostiene que parece fácil, pero no lo es tanto, puesto que hay diversas opiniones, intereses y factores a tomar en cuenta para lograrla.
Puso como ejemplo el proceso de las primarias. A su juicio y en esto concuerdan varios voceros, “las primarias tienen que ser amplias, lo más amplias posibles, para permitir que todos los que quieran, los electores inscritos en el REP, puedan participar”, argumentó.
A ello se une el hecho de que, para esas primarias, “hay más de 30 precandidatos. Creo que por ello, para lograr que de ese proceso salga un verdadero liderazgo, se tendría que hacer con doble vuelta, para que no haya dudas ni reclamos”.
Por otro lado, resalta el hecho de que los opositores deben dejar de lado el purismo. «La oposición no es el G4 ni sus partidos. De paso, la oposición no son solo los partidos políticos, también están las ONG, los sindicatos, y a eso me refiero cuando menciono la inclusión y a la amplitud».
Un hecho muy unido a la inclusión es «el reconocimiento del otro, el respeto y la negociación, pero no esa negociación estigmatizada y puesta como algo negativo, sino aquel proceso que significa presentar propuestas, ser escuchado y ceder, porque se trata de dar y dar, con miras en un objetivo común».
En cuanto al reconocimiento, el experto señala que se trata de «reconocer que hay algo más allá que mis cuatro partidos», en referencia a aquellas organizaciones y voceros que han dicho, por ejemplo, que no se miden en primarias con miembros del G4.
Reglas claras en las primarias
En cuanto a las primarias, Sánchez mencionó un punto importante, «las reglas claras». En este sentido, cuestiona que la Plataforma Unitaria, principal impulsor de las primarias, hasta el momento no haya dado a conocer el reglamento y el tiempo pasa muy rápido. Ya estamos a casi fin de año y no se sabe a ciencia cierta de qué va ese proceso».
Cree que se debe evaluar la participación de los electores en el exterior. Y lo hace porque «gran parte de esos venezolanos migrantes o están en situación irregular o se les hace muy difícil trasladarse a un centro de votación. Lo vimos en recientes procesos impulsados por la oposición, donde, en EE.UU., por ejemplo, los venezolanos debían recorrer grandes distancias para ir a Florida, donde estaba el centro de votación». explicó.
La participación de candidatos inhabilitados también debe entrar en el reglamento. «Se debe definir si pueden participar o no y eso creo que va a depender de las negociaciones con el gobierno», dijo Sánchez.
«Hay que desarrollar el artículo 62 de la Constitución que dice que todos los electores pueden votar y ser elegidos. Dejémosle el juicio al pueblo, en ese donde reside la soberanía. Que ellos decidan», agregó.
Asimismo, «tienen que anunciar si el CNE va a participar en esas primarias. Yo creo que debe hacerlo, principalmente por el REP y los centros de votación y también para evitar que se puedan invalidar. Pero, hay sectores que dicen que no debe ser el CNE, sino la sociedad civil, por un tema de credibilidad», recordó.
Dice que se debe «contar con una Comisión Promotora y Organizadora, que trasmita confianza y sea ente rector de un proceso bajo principios de trasparencia, ética y profesionalismo. No se puede pretender ser parte de esta comisión y emitir juicios de valor, sobre posibles aspirantes a candidatos».
Igualmente, habría que tener «un cronograma de actividades, saber cuáles son las bases comiciales, en cuántos centros, dónde, quiénes y cuántos».
Voltear la tortilla
Para el experto, hay otro reto para la oposición y es darle la vuelta a las prioridades. «Hasta el momento, la estrategia de la oposición ha sido pedir reglas claras y condiciones electorales, además de temas como el de los presos políticos. Eso está bien, pero ¿Dónde quedaron los problemas de la gente?», preguntó Sánchez.
Según su punto de vista, la oposición tiene que «voltear la tortilla y poner por delante los problemas de los venezolanos que se han desconectado de ellos, no de la política como tal, sino del liderazgo, porque siente que no los acompaña ni hace nada por solucionar su día a día», explicó.
El diálogo
Y ahora viene el otro reto. El diálogo con Maduro. Para Sánchez este proceso no está claro, más allá de las fotos que aparecieron en redes sociales, donde se vio a Jorge Rodríguez y Gerardo Blyde, dándose la mano en Caracas y participando, luego, en el Foro de Oslo.
Sostiene que en este proceso, a Maduro le interesan las sanciones, pero a la oposición no le queda otra cosa que negociar.
«Maduro sigue bajo el control territorial y de las instituciones, está dispuesto a todo por mantenerse en su puesto. Para lograrlo, no solo realiza reformas en su política interna, se abre a los movimientos sociales, al tiempo que despliega el programa electoral (1×10); se siente seguro de poder ganar una elección sin mayor intervención», alertó.
Mientras que «cada vez que exista la posibilidad de sentarse en una mesa de diálogo con Maduro la oposición venezolana debe hacerlo no tiene otra opción y gobierno estadounidense lo sabe», explicó.
«Ahora que se le agotan las cartas sobre la mesa, las fuerzas que adversan al gobierno no tienen otro recurso», sostuvo.
El parlamentario sugiere a la oposición que en esta nueva etapa del diálogo «debe buscar una mayor reinstitucionalización como se hizo con el Poder Electoral. En esta oportunidad puede ser el Poder Ciudadano y desde ahí influenciar la actuación del Poder Judicial, puesto que el actual fue nombrado en el momento de máxima debilidad opositora, después de abandonar los escenarios de diálogo abierto”.
«Puede que existan normas o leyes, pero que se cumplan o respeten debe ser uno de los puntos a tratar en los diálogos. Por eso, adicionalmente a la mediación y facilitación, debe existir el seguimiento de los acuerdos». agregó.
Sánchez está en el grupo de los que aseguran que «las sanciones económicas y políticas de presión hacia Maduro no han lograron el objetivo de propiciar un cambio. Por lo que debe existir un giro en esta política», de parte de la oposición.
Dijo que se ha demostrado que «las sanciones no dan resultado cuando se extienden en el tiempo, se adaptan o aprenden de ellas. Aunque se pueden mantener las que van dirigidas a personas investigadas por violación de derechos humano o lavado de dinero».
La ambigüedad de EE.UU.
Aníbal Sánchez aprovechó para criticar la política «ambigua» del gobierno de Joe Biden con la oposición y Nicolás Maduro.
«Tenemos el gesto de la Casa Blanca de excluir de la lista de sancionados por el Departamento del Tesoro a Carlos Malpica Flores, extesorero y administrador de Pdvsa, lo cual la delegación de la Plataforma Unitaria no supo manejar», enfatizó.
“Mientras exista esa conducta ambigua en la política exterior de los EE.UU., será difícil llevar al gobierno de Maduro a un escenario de negociación. No puede ser que otorgues licencia a empresas petroleras para que cubran aspectos administrativos, pero en actos privados reconoces un gobierno interino», criticó.
Notiveraz