El analista Enderson Sequera, señaló que la implementación del nuevo esquema de distribución y venta de combustible es una nueva fase del control social que han venido aplicando por más de dos décadas.
Para Sequera el chavismo tiene bien claro su objetivo con esta nuevas medidas, y nuevamente «caza» la oportunidad para revertir la situación a su favor sin importar las consecuencias. Lo que importa es la imposición a cómo dé lugar, de su sistema.
Tras anunciar el aumento del precio de la gasolina bajo una modalidad subsidiada (cinco mil bolívares por litro) y otra dolarizada (medio dólar por litro), Nicolás Maduro adelantó que luego de los primeros 90 días de “regularización” del sistema, quienes quisieran acceder al combustible con subsidio debían registrar sus datos en el “Sistema Patria”.
Al querer condicionar el acceso de los ciudadanos al combustible subsidiado a través de mecanismos como el “Sistema Patria”, queda muy clara la intención de la coalición dominante de controlar aún más a la población, explicó el politólogo egresado de la Universidad de Carabobo (UC).
Pero va más allá del uso del carnet de la patria como instrumento de manipulación. A su juicio, hay otra arista del control social de la que poco se habla y es la de hacer que los venezolanos pasen casi todo un día en largas filas a las afueras de las estaciones de servicio para intentar abastecer sus vehículos con unos pocos litros de combustible.
“Ya el hecho de tener que pasar todo un día en una cola de gasolina subsidiada es un mecanismo de control social en sí y el chavismo lo ha ido experimentando muy bien en estos últimos dos meses en los que echar gasolina representaba hacer colas de tres y hasta cuatro días. No es algo nuevo para ellos”, dijo.
Según el también director estratégico de Politiks, una agencia especializada en política venezolana, durante las últimas dos décadas bajo el control político del chavismo el país ha vivido un proceso bastante marcado de control social, merma de la ciudadanía y persecución al liderazgo, lo que llevó al venezolano no a vivir en resignación, sino bajo la lógica de la supervivencia.
Este aumento del combustible, aseguró, es la decisión más trascendental que ha tomado un gobierno de Venezuela en los últimos 30 años y el chavismo lo hizo porque, precisamente, ninguno de sus mecanismos de control social ha sido en vano. “Esos 20 años de control social los ha hecho pensar que hoy, cuando se toma la decisión de aumentar la gasolina y la gente no sale a la calle para rechazarlo, ese control social funciona y vale la pena”.
“Al mezclarse factores como la no credibilidad en el liderazgo opositor, una ciudadanía cada vez más mermada y una población que debe invertir gran parte del día en resolver cómo surte gasolina o qué va a comer, los asuntos políticos dejan de ser una prioridad para el ciudadano. Eso lo sabe el chavismo y en eso han trabajado”, explicó.
Nuevos precios
El precio dolarizado de $0,50, equivalente en promedio a 100 mil bolívares, está a mil 900 puntos porcentuales por encima del valor subsidiado. Sequera apuntó que en esa amplia brecha es donde está la oportunidad de negocios con menos riesgo que el chavismo necesita para poder pagar la lealtad de su grupo político y, de esa forma, mantenerse en el poder.
Se trata de un esquema de precios que le permitiría al régimen madurista construir nuevas fuentes de ingreso, tomando en cuenta que por la operación antinarcóticos desplegada en el Caribe y el bloqueo diplomático ejecutado por el Gobierno de los Estados Unidos, los ingresos de la coalición dominante chavista se han visto cada vez más reducidos, expuso el director de Politiks.
Según sus palabras, objetivo sería que los efectivos militares que controlan las estaciones de servicio puedan acceder de cualquier manera al combustible subsidiado para luego revenderlo a 0,50 centavos de dólar o un poco menos, haciendo mucho más rentable el negocio.
“Al final, de esa forma ellos (el chavismo) terminan pagando la lealtad de esas Fuerzas Armadas que los mantienen y sostienen en el poder”, aseguró. “En los últimos cinco años, quizá desde 2015 para acá, el chavismo no toma decisiones de políticas públicas, ni pensando en el bienestar de los venezolanos. Sus decisiones las toma pensando en cómo mantenerse en el poder un día más, una semana más, un mes más”.
Sobre la importación de combustible desde Irán, el analista político fue enfático al resaltar que no se trata únicamente de cinco buques que transportaron un millón y medio de barriles de gasolina, sino de algo verdaderamente “peligroso”: el chavismo está estableciendo una ruta y un precedente con el que le mandan un mensaje claro a EE.UU. de que las sanciones se pueden violar, como lo hicieron estas dos naciones sancionadas.
“Esa es la ruta Teherán – Caracas que el chavismo quería sentar y es la que probablemente los salve en los próximos meses si logra consolidarse el suministro de gasolina desde Irán. Su esquema solo funciona continúa la importación, porque esa gasolina no la estamos produciendo en Venezuela”, puntualizó.
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