Las autoridades colombianas investigan los procedimientos y actores incursos en el aporte de documentación al integrante de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) del régimen de Maduro, Alejandro Emel Olivares González.
Al parecer, estarían buscando a Elena Flores Eugavis y Rubén González Uriana, principales involucrados en la cedulación del infiltrado venezolano.
Olivares ingresó por Cúcuta en agosto de 2019. Y el 12 de febrero pasado, tras entrar en contacto con tramitadores ilegales, se presentó a la sede de la Registraduría de Suba, para acreditarse como colombiano.
Llegó con varias fotos, con fondo blanco, y con Flores y González para hacerse con un registro de nacimiento colombiano original que le permitiera acceder a una identidad colombiana y mimetizarse en el país para ejecutar labores de inteligencia.
Infiltrarse en la oposición
El miembro del Faes tenía como misión infiltrar al exdiputado Hernán Alemán, uno de los más beligerantes miembros de la oposición.
Y la contraseña temporal de la Registraduría le facilitó moverse, sin despertar sospecha, por Bogotá, Barranquilla y Riohacha.
Olivares fue elegido para esa misión porque nació y creció en la misma zona que el exdiputado Alemán y tenían conocidos entre sí.
Ahora se sabe que el espía entró en contacto con el ex diputado Alemán bajo el argumento de que tenía “información de su interés”.
Sin embargo, el ex diputado, que posee escolta y un dispositivo de seguridad, cortó comunicación con el sujeto porque le causó desconfianza.
Para ese momento el régimen ya sabía que se estaba planeando una incursión armada a Caracas y que el ex diputado Alemán presuntamente era uno de los cerebros.
Además, se enteraron de que estaba sosteniendo reuniones con el exmarine Jordan Goudreau y del exoficial extraditado Clíver Alcalá, para planear a operación Gedeón, que terminó convertido en un polémico y peligroso fiasco militar.
2 millones y medio de pesos
La presencia de Olivares fue detectada en el país cafetalero desde mediados de marzo, cuando miembros de la Policía Judicial de Migración Colombia y del Batallón de Contrainteligencia de Fronteras del Ejército lo interceptaron en la población de Madrid, Cundinamarca.
Si bien juró ser colombiano y mostró la contraseña que logró obtener tras comprar el registro civil de nacimiento, terminó confesando lo que estaba haciendo y la forma como accedió a los documentos de identidad que expide la Registraduría.
Olivares admitió que pagó 2 millones y medio de pesos por el trámite de la cédula colombiana.
“Al momento de ser requerido por la autoridad Migratoria y Policial, de forma verbal y voluntaria manifestó que pagó por ese documento para que fuera expedido de forma irregular en la Registraduría de Suba”, se lee en un reporte oficial.
Tras registrar sus pertenencias se halló su carnet oficial del FAES, en el que consta que es jefe adjunto en el estado Falcón, una carpeta con copias de los documentos de identidad de Emel Ramón Olivares Piña (venezolano) y Rosales Isabel González Rojano (colombiana), quienes serían sus padres. También la cédula de Morgan Segundo González González, cuyo papel en este trámite irregular está por establecerse.
En la página de la Registraduría se encontraba hasta este martes en “proceso de producción” la cédula colombiana del infiltrado de las FAES, pero fuentes autorizadas señalaron que desde el 12 de marzo se expidió una resolución que ordenaba la cancelación del trámite. También explicaron que aún no se reflejaba en el sistema debido a procesos internos.
Fuentes de inteligencia indicaron que Olivares es sólo uno de los espías del régimen de Maduro que han logrado pasar la frontera e infiltrarse en Colombia para vigilar a opositores y a sus contactos.
NotiVeraz