El fiscal del estado mexicano de San Luís de Potosí, México, Federico Garza Herrera, señaló que los 23 migrantes de nacionalidades venezolana, cubana y haitiana que fueron secuestrados por un grupo armado en un hotel del municipio Matehuala, iban camino hacia la frontera norte con la intención de cruzar a Estados Unidos.
El pasado 14 de septiembre, hombres armados retuvieron a los migrantes y otros 16 mexicanos en el motel Sol y Luna, ubicado en la colonia El Gallo.
A los ciudadanos mexicanos los liberaron cerca de una tienda de conveniencia. Ellos pidieron ayuda y fue así como se logró dar con la ubicación de las otras 23 personas de origen extranjero en una comunidad potosina colindante con el municipio de Doctor Arroyo en Nuevo León.
El reporte preliminar de la policía señaló que el grupo armado que los sacó del hotel tenía la intención de obtener información privilegiada de los familiares de las víctimas que residen en Estados Unidos para extorsionarlos.
Entre los migrantes rescatados cinco son mujeres: tres de nacionalidad cubana, una de Haití y la última de Venezuela, quien está embarazada. “Esta persona en especial tiene 8 meses de gestación, por lo que inmediatamente se comunicó con Cruz Roja y le proporcionaron el apoyo y la contención necesaria por su embarazo”, resaltó Garza Herrera.
Los otros 15 son hombres, y de esos, siete son de nacionalidad cubana, seis haitiana y dos venezolana, además de tres menores de edad. «La intención de este grupo de migrantes es cruzar a la frontera norte para reunirse con sus familiares en Estados Unidos, por esta circunstancia ellos tienen la intención preponderantemente de llegar allá y lograr pasar con miras a construir su sueño americano», indicó.
La Unidad de Combate al Secuestro (UECS) continúa las investigaciones para poder establecer si de las 16 personas de origen mexicano, incluyendo dos de los trabajadores del hotel, tienen alguna relación o no con los hechos, debido a que pudiera existir la posibilidad de que fueran informantes o pudieran ser las personas que los conducían hacia el norte.
El rescate de los migrantes y mexicanos se debió a que la Policía de Investigación tenía información certera que los acercaba a los presuntos intervinientes, por lo que estos dejaron en libertad a las víctimas para después huir.
“Para nosotros lo prioritario era localizar a los migrantes con vida y tenderle todo el apoyo necesario para evitar cualquier violación a sus derechos como consecuencia del suceso perpetrado”, puntualizó.
Las autoridades continúan investigando para determinar el estado legal de los extranjeros. «Nosotros no hemos podido precisar su estancia en este país, algunos de ellos, sobre todo los venezolanos que son tres, mencionan que llegaron a Ciudad de México vía área y posteriormente, llegaron a San Luis Potosí de forma terrestre, pero no lo han podido precisar; ya se ha notificado a los consulados respectivos para que les brinden todo el apoyo a sus connacionales», manifestó el fiscal.
Por otro lado, al haber menores, fue necesaria la intervención de la Procuraduría de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Ppnna). La Comisión Estatal de Atención de Víctimas ya los apoya con asesoría jurídica y psicológica.
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