Siguen las detenciones en el estado Apure por las relaciones con guerrilleros de las Farc, donde 30 de ellos se encuentran en la cárcel de Ramo Verde, 35 en la DGCIM de Boleíta en Caracas y 62 en Santa Ana del Táchira

Apure es el estado fronterizo más álgido en este momento. Aunque algunos habitantes aseguran que la crisis se inicia por un problema entre el general de División Leonardo Alfredo Bello Ortega, quien en julio fue ratificado como comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI 31) de Apure y Jorge Eliécer Jiménez Martínez alias Arturo, jefe del Décimo Frente de las FARC en Apure. 

Hace años que la guerrilla colombiana, FARC y ELN, permeaba el territorio venezolano en la frontera, pero no se sintieron tan poderosos hasta que Hugo Chávez llegó al poder en Venezuela y los consideró amigos.

Esa relación con los irregulares colombianos la heredó Nicolás Maduro, con quien el Ejército de Liberación Nacional (ELN) consiguió penetración territorio adentro, desplazar con ayuda de militares venezolanos a grupos paramilitares en Táchira y Zulia, ocupar minas de oro al enfrentar a bandas criminales que tenían el control de estas.

Y a las FARC les manifestó públicamente su simpatía. Invitó para que viniera a Venezuela la Segunda Marquetalia, instando a la exsenadora Piedad Córdoba a fungir de intermediaria. Lo que no previó Maduro es que la división interna de las FARC se trasladaría a territorio venezolano y que el infierno que se desató en Apure, durante marzo y abril del año en curso, dejará trajera consigo militares heridos, asesinados, secuestrados y desaparecidos.

Recientemente, en el marco de arrinconar a las FARC-Gentil del Décimo Frente, un guerrillero que hace años era jefe de las FARC en Elorza, Javier Martínez alias comandante Lucas, y quien estaba detenido en la cárcel de Santa Ana fue enviado a buscar por alguien del Gobierno argumentando  “el Presidente quiere verle”.

Es importante destacar que alias Lucas fue detenido, junto con 15 hombres más, después que en septiembre 2019 las FARC robara un importante lote de municiones del Fuerte Militar Ambrosio Plaza en Elorza, capital del municipio Rómulo Gallegos. Por esa razón el comandante guerrillero fue enviado a la cárcel de Santa Ana, Táchira.

La joven guerrillera

María José Gualdrón Rivas es la hermosa joven apureña que desde muy jovencita se relacionó con las Fuerzas Bolivarianas de Liberación ahora Fuerzas Patrióticas de Liberación Nacional (FBL/FPLN), quienes impulsan su ingreso a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), donde logra destacarse por su belleza, por su facilidad para comunicarse y su calidez en el trato.

Cuando regresa de Cuba, donde estuvo haciendo un curso y se relaciona con un mando de las FARC que estaba entre los guerrilleros que discutían el Acuerdo de Paz, María José se queda en Guasdualito y se convierte en intermediaria de la guerrilla y la población en Apure.

Como era casi lógico el nombre de la joven, quien tiene varios niños pequeños, aparece en el escenario, en medio de la guerra que el Ejército venezolano empieza a librar contra las FARC-Gentil en el municipio Páez del estado Apure. Ella aparece involucrada en una acción con la Fuerza Armada y en los primeros días de abril 2021 viaja a Táchira y de ahí va a Caracas; cuando se regresa fue detenida por la DGCIM en la intersección entre Apure. Táchira y Barinas.

Fue torturada y finalmente presentada ante un tribunal, imputada por varios cargos relacionados con Traición a la Patria y finalmente el 13 de agosto María José Gualdrón fue enviada al Centro Penitenciario de Occidente o cárcel de Santa Ana, estado Táchira.

Además, en la Operación que ha desplegado recientemente la Fuerza Armada contra el Décimo Frente de las FARC, hay 10 familiares de la joven que fueron detenidos recientemente en Laguna Hermosa y Mantecal del estado Apure.

Drogas y Traición

A siete de los familiares de María José Gualdrón los agarraron, el 12 de agosto, en el sector Laguna Hermosa, en la vía Los Módulos de la parroquia Mantecal, municipio Muñoz del estado Apure, cuando funcionarios policiales y militares de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) capturaron a uno en una bodega, al lado de la iglesia, donde estaban conectándose a internet y a otros los sacaron de las viviendas; ellos son Uriel Armando Aguilera, Carlos Arguello, Eduardo Escobar, Omar Daza,  Jaguer Cambero, Daniel Escobar Aguilera e Ismael Mora. Les imputaron cargos por tráfico de drogas.

A los tres restantes, que se los llevaron de Mantecal, son: Hermis Aguilera, Henmilys Aguilera y Omar Amaya. Los imputaron por traición a la patria. Uriel Armando Aguilera, quien tiene 29 años, está herido porque le dispararon en ambas piernas, supuestamente cuando se encontraba en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en San Fernando de Apure; a él se lo llevaron de la casa de un tío. La audiencia de los detenidos fue el 17 de agosto en la capital del estado Apure.

El 23 de agosto trasladaron, de San Fernando de Apure hasta la cárcel de Los Teques en el estado Miranda, a Hermis Aguilera, a su hija Henmilys Aguilera y al esposo de ella Omar Amaya. Los restantes siguieron en San Fernando de Apure hasta la semana pasada que todos fueron trasladados a Caracas.

El centenar de detenidos, a quienes los relacionaron con las disidencias del Décimo Frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) del ala Gentil Duarte, fue trasladado a la cárcel de Ramo Verde, estando a cargo de tribunales militares. Algunos han sido torturados, fueron incomunicados y sus familiares no tienen información de ellos y mucho menos del proceso legal contra ellos.

Por otra parte, a las FARC Segunda Marquetalia de Santrich-Márquez la gente del Décimo Frente le habría robado un importante cargamento de droga, razón por la que hay muchos detenidos y algunos imputados por narcotráfico.

Hay casi 130 detenidos en Apure, desde que agarraron a alias José Peligro de las FARC en Elorza: 30 de ellos se encuentran en la cárcel de Ramo Verde, 35 en la DGCIM de Boleíta en Caracas y 62 en Santa Ana del Táchira.

Las detenciones cesaron porque el período de lluvias llegó para inundar varias zonas del estado Apure y hacen más difícil la movilización por el estado.

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