La calle frente a las estructuras partidistas. Así se podría definir la pugna que ha evidenciado en días recientes en la oposición venezolana.
María Corina Machado sigue liderando la intención de votos para la elección primaria del 22 de octubre, pero la eventual alianza entre Manuel Rosales y Henrique Capriles pone de manifiesto la necesidad de tener una estructura partidista que haga valer esos eventuales votos que están en la calle.
Se trataría de la unión entre dos de los últimos candidatos a la presidencia de Venezuela (Rosales en 2006 frente a Chávez y Capriles en 2012 y 2013 ante Chávez y Maduro, respectivamente) y de dos militancias que tienen relativa importancia en el país.
Analistas y politólogos consultados por Efecto Cocuyo aseguraron que lo ideal es que se logre un equilibrio entre el favoritismo que tiene María Corina Machado y las estructuras que representan partidos políticos más longevos como Un Nuevo Tiempo (UNT) y Primero Justicia (PJ).
Una alianza más allá de lo electoral
Para la analista y politóloga Carmen Beatriz Fernández, la alianza entre Capriles y Rosales era una posibilidad evidente. Sin embargo, Fernández afirma que dicha unión no necesariamente apunta nada más a lo electoral.
“Puede ser una alianza para llevar una postura conjunta en relación a una posible sustitución de candidaturas tras una victoria de un candidato o candidata inhabilitada. Lo que se está poniendo sobre el tapete es la rivalidad el liderazgo que tiene los votos de la calle y el que defiende los votos”, indicó la politóloga venezolana.
Las dos partes se necesitan: la capacidad de capturar el voto en la calle es trascendental de cara a los comicios, pero también la estructura que pueda defender y organizar dichos votos.
“Las dos posturas se están subestimando. Quien tiene los votos en la calle, en este caso María Corina, subestimando la importancia de las estructuras de los partidos, y por otro lado los partidos subestimando la importancia de una candidata que está aglutinando una mayoría de la intención de voto para la primaria”, explicó Carmen Beatriz Fernández.
“María Corina tiene evidentes debilidades en términos de su estructura política. Vente es un partido mucho más joven y menos institucionalizado que PJ y UNT, que además geográfica son complementarios”, agregó Fernández.
Para el politólogo Piero Trepiccione la llave entre Rosales y Capriles sería algo natural en política. “Esta no es una unión nueva. Es algo que se venía materializando a nivel de las organizaciones que respaldan a estas dos figuras”, expresó el politólogo.
El resultado de la unión entre Rosales y Capriles
Trepiccione indicó que es cierto que María Corina tiene el más porcentaje de intención de voto. Sin embargo, indicó que hay que esperar el efecto que tendrá la unión entre Capriles y Rosales.
“Si la alianza comienza a despuntar en intención de votos a favor de Henrique Capriles y acercarse a María Corina Machado, y ella siente que puede ponerse en riesgo su primer lugar, entonces tendrá que reaccionar y tendrá que fortalecer nuevas alianzas o dar retoques a su estrategia y narrativa de cara a la elección primaria”, resaltó.
Para la investigadora de opinión pública y docente, Mariana Bacalao la mezcla de Henrique Capriles con Manuel Rosales puede no traer los resultados esperados para los dirigentes.
“Los sondeos de opinión pública reflejan que Henrique Capriles presenta, en este momento, una combinación muy difícil de revertir: altísimo conocimiento con altísimo rechazo. Manuel Rosales, quien posee aceptación en el Zulia, es visto por buena parte del electorado opositor, que lo identifica a nivel nacional, como parte del liderazgo que ofrece una visión de cambio cooperativo en la que ellos ya no creen”, explicó Bacalao.
“En medio de inhabilitaciones inconstitucionales y alianzas posibles, surgen dudas sobre la estructura de Vente Venezuela y su capacidad para encauzar esa preferencia en la intención de voto a nivel nacional e internacional; y sobre la voluntad de María Corina Machado para continuar generando un movimiento suficientemente amplio, más allá de los obstáculos, trampas y amenazas, que forje las alianzas y acuerdos necesarios”, enfatizó la experta venezolana.
El problema de la sucesión para María Corina Machado
Uno de los puntos en los que María Corina Machado se ha mostrado más contundente es en la sucesión. La idea, propuesta por varios de los candidatos a la elección primaria, consiste en que, si la persona que resulte vencedora en los comicios del 22 de octubre es inhabilitada, entonces se proceda a elegir a quien le sigue como abanderada presidencial y así, sucesivamente.
Esto representa una desventaja para Machado porque es ella una de las personas inhabilitadas por las autoridades venezolanas. A la idea de la sucesión se ha acercado Henrique Capriles, también inhabilitado hasta el momento. Delsa Solórzano ha declarado argumentos que la acercan a esta posición.
Además de Machado, Andrés Velásquez ha dicho que no está de acuerdo con esta idea pues no sería algo honesto con la gente. Para la analista y politóloga Carmen Beatriz Fernández, la alianza entre Rosales y Capriles podría buscar darle más fuerza a esta idea previo a la elección primaria.
“Esta es una carrera de relevo. No son 100 metros planos que te llevan a la presidencia. Más bien es una carrera tipo maratón. Con relevo y con muchos obstáculos por el camino. Ojalá llegue alguien a la meta, pero cuando se llegue será producto de un esfuerzo colectivo”, resaltó Fernández.
El escenario Nicaragua aparece en el panorama con el tema de la sucesión y esta estrategia sería “predecible”, dice Carmen Beatriz Fernández. “Esto es lo que más le convendría a Maduro”, agregó la politóloga.
Para Mariana Bacalao, la sucesión puede ser algo del pasado pues el electorado quiere tener más control sobre quien sea la persona abanderada.
“Los electores ya no están dispuestos a salir a votar por el candidato “que decida la unidad” de los partidos tradicionales de oposición; hacia los cuales hay un sentimiento general de decepción y desconfianza, especialmente por aquellos que integran lo que conocemos como el G4”, indicó Bacalao.
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