Luego del pronunciamiento oficial de la Unión Europea contra los resultados electorales que le dieron la victoria al presidente Nicolás Maduro, el 28 de julio, el gobierno nacional refutó esta posición y cuestionó al conglomerado de países del viejo continente.
En primer lugar, Maduro calificó al canciller de la UE, Josep Borrell como “una vergüenza. Dicen que en Venezuela hay una represión a manifestaciones “pacíficas”. ¿Acaso no ha visto cómo atacan a funcionarios y asaltan centros del Estado para vandalizarlos?, preguntó, en el marco del 87 aniversario de la Guardia Nacional, donde condecoró a funcionarios de este cuerpo, heridos durante las manifestaciones.
«La Unión Europea saca su cantaleta, la misma Unión Europea que reconoció a (Juan) Guaidó, una vergüenza la Unión Europea, el señor Borrell es una vergüenza, es una vergüenza que llevó a Ucrania a una guerra y ahora se lava las manos», expresó.
Por su parte, el canciller venezolano, Yván Gil, también se pronunció contra el comunicado.
“La agresión de la UE con Guaidó 1.0 fue derrotada, la de Guaidó 2.0 también será aplastada por la dignidad popular y sus instituciones”, dijo Gil en su cuenta en X.
Recordó que “este 6 de agosto se cumplen 200 años de la Batalla de Junín, donde el Ejército Libertador echó a plomo a los imperialistas europeos, no somos una colonia”.
Y a Josep Borrell le dijo: “saque sus narices de Venezuela, respete y haga silencio, que aquí hay un pueblo que se ganó a sangre y fuego su independencia. Sus protegidos fascistas no volverán más nunca”.
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