El mandatario sugirió estudiar las políticas de naciones como Zimbabue para romper con la dolarización y no depender de la moneda norteamericana.
El mismo Nicolás Maduro que el 1 de mayo de este año anunciaba bonificaciones en dólares, durante los actos por el Día del Trabajador, tres semanas después carga contra la moneda estadounidense y asegura que su Gobierno procederá a «desdolarizar» la economía venezolana, que sigue menguada en opinión de analistas y empresarios consultados por DIARIO DE CUBA.
Pese a que nunca se decretó formalmente, desde 2019 se asentó en el país una dolarización de facto, permitida y en algunos casos hasta aupada desde las altas esferas del chavismo.
El Gobierno de Maduro no derogó leyes punitivas, que siguen vigentes, pero en la práctica dejó de aplicar sanciones por el uso del dólar en las operaciones comerciales cotidianas y el propio régimen pasó a usar esta divisa como marcador incluso para vender gasolina, que sigue siendo un monopolio estatal.
La circulación sin sanciones del dólar tuvo lugar mientras se permitía la importación libre de productos de consumo, dando lugar a un tímido crecimiento económico durante 2021 y 2022, que fue un respiro ya que en los años previos Venezuela vivió una crisis tan severa que su economía se redujo al tamaño que tuvo en los años 40, antes de que el país se convirtiera en una potencia petrolera.
«Hay que estar atentos y ver cómo Venezuela va insertándose en la iniciativa de la desdolarización del mundo. Tenemos que insertarnos allí. Ese es nuestro camino», dijo Maduro a mediados de mayo, en una alocución en la insistió en que las dificultades económicas del país petrolero se deben a las sanciones impuestas por EEUU: «Que no se utilicen las monedas para castigar a los pueblos», sostuvo el gobernante venezolano.
Dos semanas antes de su anuncio de que pretende desdolarizar la economía del país, cuando se conmemoraba el Primero de Mayo, el mismo Maduro anunció bonificaciones para los trabajadores venezolanos y los hizo en dólares. Una dinámica que no es inusual dada la poca confianza que la sociedad tiene en el bolívar, la moneda local.
Durante su programa de televisión, el mandatario venezolano sugirió a los miembros de su Gobierno evaluar los planes que, según aseguró, han implementado naciones como Zimbabue para romper con la dolarización y no depender de la moneda norteamericana.
De acuerdo con el profesor Antulio Rosales, académico venezolano que reside en Canadá, «las reformas del Gobierno de Maduro se relacionan con la liberalización y la desregulación de ciertos mercados, que incluye la dolarización parcial de la economía, la transferencia de activos y el empoderamiento de una nueva elite económica».
La finalidad última del proceso iniciado en 2019 ha sido paliar la crisis económica para poder permanecer en el poder.
El escenario electoral de 2024, unas elecciones presidenciales que sucederán bajo presión internacional, especialmente de EEUU y la Unión Europea, podría traer de nuevo un esquema de mayores controles por parte del Gobierno para recuperar la capacidad de usar el reparto de dinero y/o bolsas de comida como mecanismos de control social entre los más pobres.
Luis Arturo Bárcenas, economista de la firma Ecoanalítica, confirmó a DIARIO DE CUBA la existencia de una dolarización de facto en el país: el 65% de las transacciones que se hacen en Venezuela se ejecutan en dólares, bien sea con dinero en efectivo, uso de tarjetas estadounidenses o incluso transferencias a través del sistema Zelle, que funciona entre bancos de EEUU.
A juicio de este economista, resulta inviable la propuesta del Gobierno de «desdolarizar» la economía venezolana. Agregó que en la actualidad «las personas en Venezuela no utilizan bolívares para gastar, sino para adquirir divisas».
«Yo veo muy, muy complejo este proceso, porque implica además restablecer la confianza en tu moneda, y eso no se logra por decreto; eso se logra con acciones concretas, con políticas públicas. Un venezolano, cuando piensa en ahorro, piensa en una moneda distinta al bolívar. No hay mecanismos de ahorro en bolívares, porque tenemos una inflación extremadamente alta, que el Banco Central ha reconocido en más de 400%», contextualiza por su parte del economista Asdrúbal Oliveros.
Junto a esto, la tímida recuperación económica de 2021 y 2022 ha tenido una suerte de frenazo en los primeros meses de 2023.
Tiziana Polesel, presidenta de Consecomercio, la cámara que reúne a los comerciantes del país, confirmó a DIARIO DE CUBA una caída en las ventas por el orden del 35% en este año, que achaca a la caída del poder adquisitivo entre los venezolanos.
De acuerdo con la más reciente investigación del Centro para el Desarrollo Económico, un think tank independiente en Caracas, el 51% de la población en edad de trabajar (unas 11 millones de personas) devenga menos de 100 dólares al mes.
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