Nicolás Maduro llamó el lunes a los jueces del país y a la Fiscalía a revisar las detenciones registradas luego de las elecciones del 28 de julio, así como los procesos judiciales respectivos, para «rectificar» en caso de que haya habido errores.
«Le hago un llamado al doctor Tarek William Saab, fiscal general, le hago un llamado a los jueces del país, como jefe de Estado, si hay algún caso que rectificar y revisar también que haya justicia», dijo en su programa semanal de televisión.
Aseguró que los 69 niños y adolescentes, que forman parte de los 1.836 presos contabilizados por las organizaciones no gubernamentales tras los comicios, están incursos en supuestos delitos violentos, principalmente vinculados con las protestas desatadas en rechazo al resultado oficial, que le dio la reelección al líder chavista.
Sin embargo, luego dijo que la justicia «es justa porque castiga al que hay que castigar y establece la verdad en todos los casos y perdona cuando hay que perdonar».
Por ello, «en caso que haya habido algún tipo de error procedimental», pidió a la Justicia actuar en favor de los detenidos, pues -señaló- «se han visto casos», y los arrestos se produjeron en «un momento de un disturbio como loco».
Estas declaraciones se producen cuatro días después de que familiares de los detenidos leyeran en Caracas -a las afueras del Palacio de Justicia- una carta en la que pidieron una medida de gracia que otorgue libertad plena e inmediata a los arrestados.
Tras las elecciones del 28 de julio, Maduro ordenó a los organismos de seguridad ejecutar arrestos masivos para superar las más de 2.000 personas detenidas en el contexto de las protestas en contra del fraude electoral.
La represión desatada fue calificada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como «terrorismo de Estado» y la Misión Internacional de Determinación de Hechos de la ONU denunció que se perpetraron crímenes de lesa humanidad de persecución por motivaciones políticas.
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