Casos de coronavirus no han llegado a Venezuela (según la información oficial) pero los efectos que está causando en la economía mundial, genera serias consecuencias a las finanzas de este país ya afectado por una severa contracción desde hace seis años.
Analistas sostienen que a la disminución de la producción petrolera venezolana en los últimos años, se suma la caída de los precios del crudo en el mercado internacional, lo que disminuirá aún más los ingresos del país por este concepto. Pero además, Maduro deberá aumentar sus envíos de barriles a China para cumplir con los pagos de deuda con la nación asiática.
Los mercados internacionales comenzaron la semana con un desplome en la cotización del crudo, hasta llegar a un piso de 32 dólares el barril, precio que no se había registrado desde hace 29 años. El estancamiento de la actividad económica por el coronavirus, genera una contracción de la demanda petrolera mundial.
Manos atadas
Como se recordará, de acuerdo con los lineamientos del Convenio China-dicatadura chavista, Pdvsa envía desde el año 2008 barriles de crudo a ese país para cancelar el financiamiento otorgado a través del Fondo Chino. Según declaraciones dadas por Rafael Ramírez mientras ocupaba la jefatura del Ministerio de Economía y Petróleo, el acuerdo establece que «bajo ningún concepto» se puede enviar menos de 100.000 barriles diarios (b/d).
«Esta contracción no solo afectará (aún mas) la generación de divisas en Venezuela, sino también su capacidad para importar si es que desea seguir sirviendo la deuda con sus actuales socios (China). A menor precio, más barriles para pago de deuda y menos para bienes no petrolero», dijo el economista Luis Arturo Bárcenas, de la consultora Ecoanalítica.
Coincide en que el efecto colateral del coronavirus ha impactado la generación de caja en divisas para Venezuela, sobre todo si se asume que las exportaciones petroleras efectivas (descontando pago de deuda) se mantuvieron en torno a las 700.000 b/d entre febrero y marzo.
«Ya un barril apenas por debajo de 50 dólares el barril acarrearía caídas mayores a 200 millones de dólares en flujo, de mantenerse un nivel de exportación no petrolero similares a las de enero en los próximos dos meses», apuntó Bárcenas.
El analista petrolero y exviceministro de Energía y Minas Evanan Romero, considera que a China le estaba tomando más tiempo que a Rusia cobrar lo que le adeuda Venezuela, por lo que de mantenerse esta coyuntura de caída de los precios y tras las complicaciones de Pdvsa para sacar el petróleo y las sanciones, pasarán aún más años para finiquitar esa acreencia.
«A China le va a tomar un rato recuperar lo que ya los rusos están recuperando, porque Rusia sí se está llevando los barriles de crudo de Pdvsa (transportándolos), los cambian por refinando en Singapur. Hay que recordar que Estados Unidos llegó a ´un acuerdo´con Rusia, en que dejaría pasar esos barriles si son para pago de deuda contraída previa a las sanciones», dijo.
Menos ingresos
Por su parte, el economista Francisco Rodríguez sostiene que el desplome de los precios del petróleo se suma a un entorno externo que ya era muy complicado para la economía venezolana. Estima que la caída acumulada en lo que va de año le costará al país aproximadamente $9.000 millones en ingresos petroleros en comparación a 2020.
«Venezuela ya de por sí estaba vendiendo una buena parte de su petróleo a un alto descuento debido a la poca disposición de compradores por contratar envíos a Pdvsa dadas las sanciones. Ahora se hará aún más difícil conseguir compradores», dijo.
Explicó Rodríguez que esta caída de ingresos tendrá un fuerte efecto contractivo sobre la economía venezolana. En 2019 las exportaciones petroleras cerraron en aproximadamente $17.000 millones, por lo que calcula que las exportaciones difícilmente llegarán a $10.000 millones, es decir, 10% de su nivel hace siete años y la caída del Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela volverá a estar en el orden del 20%.
«La contracción puede incluso ser mayor dado el riesgo de mayores sanciones secundarias y un posible bloqueo naval. Ya las refinerías de la India han cancelado contratos de compra de crudo como resultado de la nueva presión estadounidense. Venezuela es además uno de los países peor preparados en el mundo para enfrentar una epidemia viral global», afirmó.
Poco interés
Al cierre de enero de 2020 la producción de Venezuela fue de 733.000 b/d, lo que significa 1,7 millones de b/d menos que en diciembre 2016 y 2 millones de b/d menos del nivel recibido por Nicolás Maduro en 2013, recordó el economista Leonardo Buniak. Hugo Chávez en 1999 recibió la producción en 3,5 millones de b/d.
Recalca que hoy los niveles de producción están en su nivel histórico más bajo desde 1950, con una producción per capita que sólo es comparable con la observada en 1927.
«Con los actuales niveles de producción y un escenario de precios tan bajos, los ingresos petroleros de Venezuela podrían tocar fondos afectando la capacidad del Estados de importar las llamadas Cajas CLAP una de las principales prioridades políticas del régimen de Nicolás Maduro», indicó.
Buniak resalta que los llamados halcones de la OPEP (los Estados más dependiente fiscalmente de la variación de los precios del petróleo) serían los más afectados. Entre ellos, Nigeria, Argelia, Libia, Irán y muy especialmente Venezuela, que además enfrenta una sensible caída en sus niveles de producción desde diciembre 2016.
El experto petrolero José Toro Hardy afirma que los compradores de crudo internacional perderán también interés en el crudo venezolano, tras la caída de los precios, pues los costos superan esa cifra.
El costo promedio de producción de la cesta petrolera venezolana es de $18,50 (liviano, mediano, pesado, extrapesado) y en convencionales $7,95 (crudo liviano). Pero en la Faja Petrolífera del Orinoco donde se encuentran las empresas mixtas de rusia y China, el costo de producción de un barril está entre $27 y $34.
«Ya tiene una caída severa de su producción, que está a niveles del año 1945. Pero, además, tiene cada vez mayores dificultades para vender su petróleo», apuntó.
Augura -además- que Rusia, que compra cerca del 60% del crudo venezolano, pierda su interés en esas operaciones en el país. «Su interés mayor estará en la colocación de su producción doméstica. Con un precio tan bajo y con las sanciones (de EEUU), es probable que pierda interés en el petróleo venezolano», sostuvo.
Mientras Goldman Sachs estima que el petróleo podría bajar hasta los $20 dólares por barril, lo cual dejaría a Venezuela en una clara crisis fiscal y quizás soportado por otros ingresos en divisas no convencionales.
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