Para el analista y director de Datanálisis, Luis Vicente León, Gustavo Petro se va a ocupar de la situación con Venezuela porque le conviene, sobre todo en lo que tiene que ver con las relaciones comerciales y consulares.
Gustavo Petro asumirá oficialmente la presidencia de Colombia el 7 de agosto y ya se desataron las especulaciones acerca de lo que se viene para Venezuela, debido a las espinosas «relaciones» entre ambas naciones.
Esto es una consecuencia de las altisonancias de los discursos de Iván Duque y Nicolás Maduro. A lo que se suma el prolongado cierre de fronteras y el apoyo del mandatario saliente a Juan Guaidó.
Para el experto y director de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, hay tres claves que se tienen que tomar en cuenta para comprender lo que podría suceder en la relación binacional.
Alianzas regionales
Estas claves se resumen en: la necesidad urgente de reanudar relaciones comerciales, una alianza de presidentes de izquierda de la región y la solución de los problemas en Venezuela, pero, a través de la presión para el levantamiento de las sanciones de parte de Estados Unidos.
Aunque en su discurso inicial, Petro no mencionó a Venezuela, sí enfatizó en el remozamiento de las relaciones regionales, «sin exclusiones».
«¿Qué impactos puede tener el triunfo de Petro en Venezuela? Se consolida un grupo mayoritario de gobiernos de izquierda en toda America Latina», aseguró León.
Aclara que, «pese a sus diferencias de estilo e intensidad (de los gobiernos izquierdistas), se abre una oportunidad de acercamiento a Maduro, al menos para estimular las negociaciones regionales».
A su juicio, «lo que parece claro es que, moderados o radicales, los presidentes mayoritarios de izquierda de America Latina rechazan las sanciones y serán proclives a la negociación política con Maduro».
Según el experto, una consecuencia de esto es que «cambia el juego y que EE.UU. tendrá que mirarlo con extremo cuidado».
Relaciones comerciales sobre todo
Pese a la necesidad de que las relaciones entre ambas naciones se reanuden, León remarca que eso no ocurrirá tan rápido.
«No creo que la recuperación de la relación diplomática de Colombia y Venezuela sea inmediata. Petro evitará asumir costos políticos innecesarios a corto plazo», señala.
Sin embargo, lo que si cree «probable es el rescate inminente de las relaciones comerciales, fronterizas y consulares entre los países».
El analista señala que «la economía colombiana podría ser afectada a corto plazo por la desconfianza, la inflación y el populismo».
Pero eso, «que resulta negativo (para Colombia), también significa mayor necesidad de regularizar las relaciones comerciales con Venezuela, para compensar caídas de su actividad convencional».
Izquierda unida
Siendo más específico acerca de la alianza de presidente de izquierda, Luis Vicente León explica que podría tener el objetivo de replantear «mecanismos para negociar soluciones regionales al conflicto venezolano».
De esta manera evitarían que «nuestro país se voltee completamente al mundo no occidental. Y eso es una buena noticia», acota.
León, por otra parte, señala que hay «incertidumbre sobre si Petro representará un viraje hacia el populismo radical de izquierda, como los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela». O que, por el contrario, opte por dirigirse «hacia el neo socialismo pragmático, como México, Chile o Perú».
Enfatiza que «eso no está resuelto aún, porque las primeras medidas (de Petro) no mostrarán la estrategia transparentemente».
Y en cuanto a lo que el mandatario electo hará con el conflicto armado, justo cuando el ELN anunció que quiere «dialogar» con él, el analista señala: «no creo que Petro esté interesado en estrechar relaciones con la guerrilla».
Sostiene que «su posición de combate será menos dura que su predecesor. Esto puede bajar el riesgo de conflicto nacional, pero puede aumentar el riesgo de presencia guerrillera en la frontera, sin combate efectivo».
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