De todos es conocido que la situación del mundo político de la oposición venezolana es muy complicada debido a que la misma ha tenido una desafortunada dirección, cuyos planes no sólo han colaborado en forma muy importante al deterioro de los partidos políticos del país; sino que también su dirigencia ha logrado alcanzar muy bajos niveles de popularidad y altos niveles de rechazo.
La razón es simple, tenemos un liderazgo mediocre y se ha insistido una y otra vez en un proyecto que no ha logrado alcanzar las promesas que ofreció hace ya varios años.
Pero lo más trágico de todo esto es que en el otro lado de esta moneda se encuentra la sociedad civil que está representada dentro de la población venezolana y repartida en una parte que vive en el exterior sin posibilidades de ejercer el voto y la que queda en Venezuela, que se muestra apática, decepcionada, incrédula y en un estado de inacción impresionante.
Y en este momento crítico de la oposición venezolana, la sociedad civil debe decidir entre tomar la decisión de participar en la política venezolana o por el contrario mantenerse en la misma situación que estamos viviendo.
Si la sociedad civil se incorpora a la política venezolana bien sea ingresando a uno de los partidos políticos ya establecidos o creando nuevas organizaciones, tiene la oportunidad de refrescarlos, proponerle nuevas ideas y lo más importante es reemplazar a ese liderazgo que ha fracasado de forma repetitiva.
Si por el contrario, la ciudadanía decide mantenerse apática ante todo lo que está pasando, el país está irremediablemente condenado a vivir como actualmente se encuentra.
Nosotros sabemos que tomar esa decisión no es fácil porque ello implica entregar parte de su tiempo y de su vida por esa causa, pero yo les pregunto si eso puede asegurarles a sus hijos un buen fututo sin necesidad de salir de su país, si eso puede garantizarles tener un país con progreso, paz, equidad y libertad ¿No creen que vale la pena…
NotiVeraz