Las soluciones de ciberseguridad. Ocurre, como siempre en este tipo de procesos, que se puede identificar su origen con cierta claridad, pero no pasa lo mismo con su destino.
Sabemos lo que hay hoy, intuimos lo que habrá mañana, pero pasado mañana ya es una incógnita que resulta, al tiempo, interesante y emocionante.
Microsoft lleva mucho tiempo trabajando en las soluciones de ese mundo que viene. Un mundo en el que la seguridad será, cada día, más importante.
Todo esto, claro, sin perder de vista el presente y los mil condicionantes que se pueden presentar, y que pueden empujar a las empresas a efectuar cambios a una gran velocidad, algo que puede conllevar ciertos riesgos, pues en bastantes casos este tipo de despliegues de soluciones “a la carrera” no suelen llevarse a cabo de manera metódica, con planificación y, esto es clave, poniendo la ciberseguridad en el centro.
Microsoft, consciente de los riesgos asociados a este tipo de situaciones, se postula como un compañero de viaje, como un aliado con el que poder contar cuando se dan circunstancias complejas.
A modo de ejemplo, la compañía lleva gestionando varios meses, junto con sus partners y la IAMCP (International Association of Microsoft Channel Partners), la iniciativa Todos desde casa, una plataforma en la que la tecnológica ofrece su ayuda, de manera totalmente gratuita, para empresas y entidades públicas y privadas puedan adoptar estrategias efectivas y seguras de teletrabajo.
Ofrece asistencia gratuita, acceso a un enorme catálogo de herramientas en la nube, formación, guías y tutoriales y otros muchos recursos con los que sacar el máximo partido al trabajo a distancia.
Éste es una realidad ya, y los estudios indican que las empresas apuestan, de forma creciente, por estructuras laborales en las que impere el trabajo en remoto, la flexibilidad horaria y otros elementos clave para la conciliación de la vida profesional y la personal.
Ciberseguridad en la transformación digital
Ahora bien, ¿qué exige este cambio en lo referido a la seguridad? No debemos perder de vista que, con un cambio de este tipo, crece de manera exponencial la superficie de exposición frente a todo tipo de ciberamenazas.
El perímetro a proteger se expande más allá de lo que habríamos sido capaces de imaginar hace unos pocos años, y se hace necesario lograr que las políticas de seguridad sean plenamente efectivas, pero que al mismo no se conviertan en un lastre para la productividad de los trabajadores. La respuesta a esta situación tiene un nombre: cloud.
La adopción de la nube, que ya iba a buen ritmo hasta ahora, no ha hecho sino incrementarse todavía más.
Muchas empresas de todos los tamaños han descubierto que, ya sea para entornos presenciales o no, confiar en los servicios cloud de Microsoft permite potenciar la productividad independientemente del entorno, al tiempo que cuidan de la seguridad. Claro que, ¿qué nuevas amenazas son esas a las que nos enfrentamos?
Una fuerza laboral dispersa geográficamente conlleva varios riesgos que deben ser mitigados.
Y es que, por ejemplo, servicios gestionados on-premises y que eran accesibles exclusivamente desde la red corporativa, ahora tendrán que ser accesibles desde Internet.
El control sobre el uso de credenciales por parte de los empleados queda bastante más limitado, incluso la seguridad del endpoint se puede ver más comprometida, por no hablar de los riesgos asociados a la proliferación de Shadow IT.
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