Se juramenta la Plataforma Unitaria Democrática, que une a los partidos enfrentados hasta ahora, entre ellos Voluntad Popular de Leopoldo López
El milagro político se dio en los Cuarteles de Daoíz y Velarde, en el barrio madrileño de Pacífico, toda una alegoría sobre la guerra y la paz. La oposición venezolana volvió a reunirse después de largos meses de batallas, que dieron al traste en diciembre con la presidencia encargada encabezada por Juan Guaidó. La primera escenificación de una reconciliación en la que muy pocos creían.
«Gracias al trabajo de equipo hemos logrado construir este esfuerzo unitario», comentó a EL MUNDO Ramón López, de la centrista Primero Justicia (PJ), tras constituirse a casa llena el capítulo español de la Plataforma Unitaria Democrática, cuyo primer gran objetivo es llevar a cabo las primarias opositoras del 22 de octubre. Su coordinador será el propio López.
Dirigentes del PSOE, del PP y de Ciudadanos acompañaron la juramentación de la Plataforma, que cuenta con la participación de los partidos enfrentados en los últimos meses, empezando por PJ, la socialdemócrata Acción Democrática (AD) y la socialcristiana Un Nuevo Tiempo (UNT), junto a Voluntad Popular (VP), el partido creado por Leopoldo López que ha presentado a Guaidó como su abanderado de cara a las primarias. Además también asistieron representantes de La Causa R, Copei y Encuentro Ciudadano.
La asistencia de VP estaba en entredicho, pero finalmente acudieron varios dirigentes cercanos a López, como Estefanía Parra y Alfredo Jimeno, además de los diputados Franco Casella e Ismael García. «Es un primer paso, nos reencontramos con las primarias como eje fundamental», reconoció Jimeno a este periódico.
Junto a ellos la presidenta de la Asamblea Nacional legítima, Dinorah Figuera; la vicepresidenta, Auristela Vásquez; el disidente chavista José Gregorio Briceño y el activista Manuel Rodríguez, entre otros. La sociedad civil también estuvo presente, con el presidente-editor del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, a la cabeza.
«Tenemos que reunirnos en 2024 alrededor de la causa de derrotar a Maduro en las elecciones presidenciales. Van a hacer todo para desmoralizar, desmovilizar y desactivar el voto. Y nosotros tenemos que responder con inteligencia. El llamado es a organizar las ciudades de España para que puedan votar. Si Maduro les quita el derecho a votar en 2024, va a haber un registro paralelo para que ejerzan su derecho al voto en las primarias», detalló el diputado Luis Florido, coordinador internacional de la Plataforma, llegado desde Caracas para el acto madrileño.
De los 600.000 venezolanos que actualmente viven en España, al menos 350.000 tienen derecho al voto, pero sólo 22.000 figuran en el registro electoral. «Por eso queremos que se abra el registro», insistió López.
La estrategia del chavismo, desde el primer día, busca que sus emigrantes no voten, mucho más tras la gran diáspora que se ha repartido por el mundo, más de 7,5 millones de personas con cerca de 4,5 millones de posibles electores. La cuestión es que sólo 130.000 están registrados.
«Aspiramos a que en España se registren al menos 150.000 votantes de cara a las primarias», concretó Pedro Gil, dirigente emergente de la oposición y coordinador de la Plataforma Venezolanos en País Vasco.
El ambicioso plan de la oposición democrática pasa por la creación de un sistema digital para levantar un registro paralelo al del Consejo Nacional Electoral (CNE). Para el día de las primarias, con reglamento de por medio, la sociedad venezolana en cada una de las ciudades organizaría las votaciones en los centros aprobados por la Plataforma Unitaria.
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