Con una capacidad ociosa del 70% la industria nacional esta “libre y presta” para incrementar la oferta de productos nacionales, asegura el presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela, Luiggi Pisella, quien está plenamente convencido de esta realidad, aun cuando tienen que enfrentar la competencia desleal de los productos importados que no pagan impuestos.
Advierte que otro de los factores que obstaculiza el desarrollo del sector manufacturero venezolano, son los tributos, tanto los fiscales como los parafiscales, los cuales hace al sector menos competitivo, porque al haber estas altas tasas, esto se le transfiera al producto, encareciendo su precio, creando inflación, pero haciéndonos menos competitivos con los productos importados, porque en estos países desde donde proceden estos productos, no existen estos impuestos tan elevados.
“Recientemente se aprobó en segunda discusión la Ley de Ley Orgánica de Coordinación y Armonización de las Potestades Tributarias de los Estados y Municipios y la creación del Estado Mayor contra el Contrabando, tras la influencia de todos los sectores, hoy ya es una realidad y solamente falta su promulgación y publicación para que entre en vigencia, esperar un período de 90 días para que se de armonizar los tributos, de manera tal de hacernos más competitivos, en segundo lugar que los alcaldes se sientan identificados con ella, de que recauden más impuestos a pesar de bajar las tasas, porque esto lo va a producir una mayor actividad económica y una ampliación de la base tributaria y este es un paso bastante acertado”, señala Pisella.
Estima que ahora debería venir, tiene que ver con el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras y son dos exigencias, la primera en dólares que es un 3% y el segundo en bolívares que es como una especie de débito bancario, porque aplica básicamente en los contribuyentes especiales y en las personas jurídicas porque cada vez que utilizas el dinero, hay un 2% de una nota que aparece allí y es el IGTF en bolívares.
“Esto afecta en demasía la producción nacional, porque tiene un efecto cascada, y de acuerdo con los cálculos que hemos hecho, tiene un impacto en el precio de los productos de alrededor de un 12%, que podría ser más o menos, dependiendo de la cadena de producción que este tenga”.
Explica Pisella que este impuesto al débito bancario cuando se ha establecido en los países, es de manera temporal, en momentos de coyuntura, no para toda la vida, recordando que en Argentina se aplicó cuando la guerra de Las Malvinas, por tiempo perentorio y con tasas muy pequeñas de 2%.
“Es por eso que el paso que sigue ahora y lo hemos discutido con las autoridades y con todos los que tienen decisión en esta norma, es que prontamente este impuesto sea eliminado, de manera tal que podamos continuar con los pasos que hemos señalado, ir normando, ir normalizando, de manera de irnos haciendo más competitivos, es decir la eliminación del IGTF en bolívares”, señaló Pisella.
Sobre la posibilidad de la eliminación total del IGTF, en Fedecámaras Radio, Pisella afirmó que hay que ir avanzando poco a poco, paso a paso, recordando que el Gobierno se alimenta de los impuestos, por lo tanto estima que este es un tema que se pudiera tocar en el futuro, porque ciertamente el IGTF afecta a todos los venezolanos.
El presidente de Conindustria indicó que esperan que el segundo semestre de 2023 registre una leve mejoría, y así terminar el año con aproximadamente el 2% de crecimiento.
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