Wilmer Medina, de 61 años de edad y uno de los jubilados de Pdvsa, empresa a la cual le dedicó la mitad de su vida, hoy yace en el suelo, sobre una desgastada colchoneta en la UCV, donde acompaña a la huelga de hambre de un grupo de extrabajadores quienes exigen el pago del fondo de pensiones.
A los jubilados de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) le cancelan 180 dólares mensuales, pero le corresponden 660, según las cuentas que maneja el gremio.
“Nos sentimos estafados, robados y apartados”, dijo a Voz de América Medina que viajó 650 kilómetros desde Ciudad Ojeda, estado Zulia (oeste), a Caracas, para sumarse a la protesta de hambre.
Pero un problema renal le impidió seguir aguantando hambre. “Tuve que desincorporarme porque oriné sangre. Estoy en tratamiento”, lamenta Medina.
“En mi caso trabajé 30 años y en ese fondo de pensiones nosotros pues íbamos aportando a la empresa y la empresa lo iba poniendo en otra parte y cuando nosotros decidiéramos jubilarnos ellos nos daban ese fondo para poder vivir una vida digna al salir jubilado”.
Medina se jubiló en el 2022 y ese mismo año tuvo que vender un carro para pagar sus gastos.
“Ese primer año de jubilado fue fuerte porque no percibía nada de la empresa, un año sin recibir ni medio. Tuve que salir de un vehículo para poder suplir lo que me faltaba”.
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