Se acerca el momento de conocer cuáles son las preguntas que se harán a los venezolanos, en Venezuela y en cualquier parte del mundo, como eje de la consulta popular plebiscitaria ideada para enfrentar al “fraude parlamentario de Nicolás Maduro”.
En esa definición estriba un mayor convencimiento en torno a la consulta popular, sobre todo entre quienes claman por una solución definitiva a la crisis venezolana, y están atrapados en la pelea de distintas facciones opositoras.
El presidente interino, Juan Guaidó, adelantó este miércoles que la consulta versaría sobre el fin de la usurpación, las elecciones presidenciales y parlamentarias verdaderamente libres, y un añadido sobre la crisis agravada a causa de la pandemia. Suenan acertados los temas.
El vicepresidente de la Asamblea Nacional, Juan Pablo Guanipa, informó que ha propuesto que la consulta popular se lleve a cabo entre los meses de octubre y noviembre, “antes del día del fraude de Maduro”, y esto da vida a otra discusión importante: el momento del desafío de los demócratas a Maduro.
En esta ruta se han nucleado más de 37 organizaciones, entre partidos políticos y movimientos de la sociedad civil; que encuentran en la consulta popular una “pegada” poderosa contra el intento electoral de Maduro.
La convocatoria a elecciones parlamentarias por parte de Nicolás Maduro, con un Consejo Electoral afín a su régimen y designado por un Tribunal Supremo también afín a él, es considerado como fraude, no sólo por la mayoría de los venezolanos, sino también por el mundo libre democrático que no lo reconocerá.
Machado y Capriles
A la consulta plebiscitaria, por los momentos se han “autoexcluido” dos importantes actores: María Corina Machado y Henrique Capriles.
Sin embargo, está claro que la posición de Machado es más cercana a la consulta popular, que la de Henrique Capriles, quien desde hace una semana promociona la participación en el llamado fraude de Maduro.
La coordinadora del Movimiento Vente Venezuela, sostiene insistentemente que el actual no es un momento para consultar sino para actuar. Pero algunos proyectos de preguntas para la consulta, lucen como detonantes de actuaciones cruciales.
Vale recordar que en el acto de la firma del Pacto Unitario para La Libertad y Las Elecciones Libres, el presidente Juan Guaidó explicó que esta consulta popular plebiscitaria concitará el mayor apoyo de la comunidad internacional.
A la hora de explicar las acciones que cree de urgente acometimiento, María Corina Machado ha señalado que se debe convencer mejor a la comunidad internacional para que coadyuve al cambio en Venezuela. Las preguntas que ahora se evalúan, pueden ser la respuesta a la demanda de Machado.
Comunidad internacional
Nombres como el del exministro Henrique Colmenares Finol, la exmagistrada Blanca Rosa Marmol y de aquilatadas personalidades de las sociedades democráticas venezolanas en acompañamiento de la Alianza Nacional Constituyente (Anco), han presentado en el Pacto Unitario muy interesantes propuestas.
Por ejemplo, al satisfacer al mayor número de venezolanos con una pregunta que derive en la orden del cese de la usurpación, también otra interrogante puede derivar en un llamado a la comunidad internacional para que haga valer el ejercicio de soberanía de esta consulta popular plebiscitaria.
Los proponentes de Anco, si bien tienen claro todo el abanico de normas constitucionales en el que se basa la consulta, exaltan principalmente que es el ejercicio directo de soberanía popular, que intransferiblemente reside en el pueblo, por lo que no hay duda de su carácter vinculante.
¿Cuándo realizar la consulta popular?
Otros aspectos que están en plena discusión, tienen que ver con la fecha y con la convocatoria de la consulta, y respecto de estos temas también hay propuestas en discusión que buscan el mayor impacto posible frente al “fraude electoral de Maduro”.
De parte de liderazgos regionales, Juan Guaidó y su equipo de colaboradores, recibieron hace poco la recomendación de llevar a cabo la consulta popular justo el mismo día en que se pretenda perpetrar “el fraude parlamentario de Maduro”.
Tal tesis sostiene que el impacto informativo será mucho mayor y que las probabilidades de violencia contra los millones de participantes en la consulta popular se aminoran.
La fecha es muy importante, más ahora, cuando Juan Guaidó ha informado que la consulta será presencial, con el pueblo en la calle, para lo cual ya se planifican todas las medidas de bioseguridad.
Y no se olvide, recalcan los proponentes, que mucho antes los principales organismos internacionales habrían alertado al régimen de Nicolás Maduro, sobre la necesidad de que respete el derecho ciudadano a realizar un evento soberano y enmarcado totalmente en la Constitución.
El otro tema de gran interés es la administración de la consulta plebiscitaria vinculante, más allá de los asuntos financieros, por lo que la convocatoria y la organización, deberían ya mostrar que los compromisos del Pacto Unitario recién firmado, han comenzado a cumplirse.
Actores muy calificados, incluso de los partidos políticos, coinciden en que la consulta no debe despacharse como un acto preparado por los partidos de la oposición, que nombran un comando de campaña y que citan a la ciudadanía a expresarse.
Pensando justamente en la trascendencia de la consulta popular, y el mayor acompañamiento activo de la comunidad internacional, se plantea que la sociedad civil la solicite a la legítima Asamblea Nacional, y esta convoque con todo su peso institucional y reconocimiento internacional.
El acompañamiento internacional en que se piensa, no sólo incluye que el mundo libre pida al régimen respeto al derecho de realizar la consulta popular, sino que además sea el primer factor que propenda a que se respeten y se puedan implementar los resultados.
NotiVeraz