Una nueva realidad nos ha invadido, sobrevivir a toda costa ha sido el lema del negocio, pero criterios de ciberseguridad deben imponerse en esta situación de ¿provisionalidad? o de ¿cambio radical del trabajo?
En líneas generales las empresas no están preparadas para hacer frente a los retos y peligros que supone la combinación del trabajo presencial y telemático.
De cara a la “nueva normalidad”, las prioridades de las empresas no sólo deben centrarse en implementar las herramientas y métodos de trabajo que permitan mantener su negocio activo, sino que estos procesos deben ir acompañados de una estrategia de ciberseguridad consolidada, hiperescalable y enfocada en la accesibilidad y movilidad de los datos”, señala Mario García, country manager.
Un 51% apunta que los ataques dirigidos a los puntos finales en entornos domésticos era una gran preocupación
Según datos de una encuesta de la compañía realizada a más de 270 profesionales del sector de la tecnología y seguridad en todo el mundo, de cara a la nueva normalidad, las empresas apuestan por una postura de prevención de amenazas: el 79% de las compañías tiene como principal prioridad reforzar sus niveles de ciberseguridad y prevenir ciberataques, puesto que 3 de cada 4 expertos en ciberseguridad temen un aumento en el uso de amenazas como consecuencia de la nueva realidad de trabajo presencial y en remoto. Por otro lado, un 51% apunta que los ataques dirigidos a los puntos finales en entornos domésticos era una gran preocupación, seguido por los ataques contra los dispositivos móviles de los empleados (33%).
“Con esta situación se ha producido un cambio dramático en la forma de operar de las organizaciones.
Se ha desmoronado la resistencia tenaz a la nube y el teletrabajo por muchas empresas, que se han dado cuenta de la necesidad de habilitar estas tecnologías para que su negocio no se fuera al garete”, describe Eusebio Nieva, director técnico de Check Point para España y Portugal,
Para el director técnico, “todo es perímetro” y los atajos para poder seguir trabajando llevan consigo contraindicaciones de ciberseguridad.
En este sentido, Nieva ha destacado que, según datos de la compañía, el 65% de las empresas bloqueaba el acceso a la información corporativa que se producía desde equipos que no trabajaban dentro de la VPN de la empresa. Sin embargo, todavía existe un amplio porcentaje de modelos de negocio (35%) que no han llevado a cabo este tipo de tácticas de seguridad, por lo que dejaban la puerta abierta para que los cibercriminales pudiesen lanzar campañas de ciberamenazas, entre los que destaca el phishing utilizando la pandemia del Covid-19 como gancho (55%)
Por otra parte, y como consecuencia del nuevo escenario hacia el que las empresas españolas se dirigen, las vías de comunicación son uno de los principales canales a securizar, no sólo en el caso de uso de aplicaciones de videollamada, sino también en servicios corporativos como el mail.
De hecho, desde Check Point advierten que un 46% de los ataques que han sufrido las empresas españolas durante el último mes ha sido utilizando el email como vector de ataque, lo que refleja una vez más cómo las bandejas de entrada de los mails corporativos unidos a la falta de formación y de conciencia de ciberseguridad de los empleados tienen un peso muy relevante dentro de esta ecuación.
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