El balance de criminalidad del primer trimestre arroja un ligero aumento de los delitos informáticos en Aranda, paralelo a un pequeño descenso de los crímenes convencionales.
Aumentan ligeramente los ciberdelitos en Aranda, pero disminuye la criminalidad convencional. Es la conclusión general que puede extraerse del último balance que ha hecho público el Ministerio del Interior relativo a los episodios registrados en la capital ribereña por las Fuerzas de Seguridad durante el primer trimestre de este año.
En este documento se refleja la comparativa con el mismo período del año anterior y se ofrecen algunos detalles de la tipología penal. Gracias a estos datos, podemos saber que en estos primeros meses del año se han tramitado 13 robos con fuerza en domicilios, establecimientos u otras instalaciones, 7 menos que en primer trimestre de 2022.
En cambio aumentaron los hurtos de 64 a 75 comparando estos dos períodos. También crecieron, de 4 a 6, los robos con violencia e intimidación, pero se redujeron, de 4 a 2 los de lesiones y riñas tumultuarias. En el ámbito sexual en ambos trimestres se reflejan dos episodios, tipificados ambos en estos últimos meses como delitos contra la libertad sexual.
En total, la criminalidad convencional arroja un total de 280 casos, 3 menos que en el primer trimestre de 2020. En cambio, aumenta de 92 a 94 la ciberdelincuencia. Las estafas informáticas suponen el grueso de este apartado, con 88 delitos.
Se trata de un hecho generalizado, que está asociado al incremento del uso de internet en España (especialmente a las crecientes formas de comercio y compras on line) que se viene observando desde hace ya algunos años. De manera muy significativa desde 2016 se viene produciendo un fuerte incremento de las estafas cometidas por medios informáticos.
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