InSight Crime presentó su más reciente investigación de la Unidad Investigativa de Venezuela sobre las redes criminales y el narcotráfico en el país, como resultado de varios años de trabajo de campo y entrevistas con fuentes en terreno.
Enfocada en los cambios en el mercado de la cocaína desde el 2013 cuando Nicolás Maduro asumió la presidencia, hasta las redes actuales del Cartel de los Soles en la actualidad, los cinco capítulos de la nueva investigación de InSight Crime: La revolución de la cocaína en Venezuela, permiten una mirada detallada sobre el panorama criminal en Venezuela, bajo un trabajo extraordinario.
Así lo describió Javier Mayorca, consultor, columnista y editor de Crimines sin Castigo, quien además moderó el panel de presentación de la investigación, encabezado por Jeremy McDermott, codirector de InSight Crime, Angélica Durán-Martínez, profesora de la Universidad de Massachusetts y experta en violencia política y criminal y Sebastiana Barráez, periodista venezolana especializada en crimen y conflicto.
«Es la actualización más completa que se ha hecho en el involucramiento de Venezuela y sus principales actores políticos en el narcotráfico. Un trabajo exhaustivo», apuntó Mayorca antes de dar paso a Jeremy McDermott y los principales hallazgos de La revolución de la cocaína en Venezuela.
Por su parte, el codirector de InSight Crime inició su presentación explicando que Venezuela no es más un «país de tránsito», y que la «adopción» de grupos criminales colombianos como las guerrillas de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) como aliados por parte del gobierno del entonces presidente Hugo Chávez, agravó la situación.
A esto se suma la amplia crisis económica durante el gobierno del actual presidente Nicolás Maduro, que busca obtener desesperadamente divisas de la dolarización de la moneda. «Cualquier oficial en territorios estratégicos para el narcotráfico tiene ganancias aseguradas en moneda extranjera», señaló McDermott.
Durante el trabajo de campo, InSight Crime pudo corroborar que hay lugares del lado de la frontera venezolana que cumplen con las condiciones climáticas y topográficas de Colombia, por lo que las plantaciones de coca serían una realidad.
«Hoy tenemos el sistema de producción de cocaína en Colombia, replicado en Venezuela. Hemos confirmado la presencia de plantaciones de coca en Zulia, Apure, Táchira y Amazonas», apuntó McDermott.
Finalmente, el codirector de InSight Crime cerró su intervención hablando sobre la posibilidad de que Venezuela pueda convertirse en uno de los principales productores de cocaína del mundo, si las condiciones se mantienen.
En su turno dentro del panel, la periodista Sebastiana Barráez destacó la investigación por la confirmación de varios factores que antes se consideraban supuestos y que La revolución de la cocaína en Venezuela confirmó.
Al igual que McDermott, Barráez reafirmó la posibilidad de que Venezuela siga los pasos de los países con mayor producción de cocaína. «Un país que ingresa como productor de droga, no es fácil que salga de ahí», recalcó.
Sebastiana también hizo énfasis en la relación que han tenido algunos militares con políticos y guerrillas del país en algunas partes del país, en relación con lo que se conoce como el Cartel de los Soles y el encubrimiento de algunos de ellos con la compra de fincas. Hecho en el que InSight Crime ahondó en uno de los capítulos de la investigación.
La periodista también se refirió al rol los narcotraficantes dentro de las redes de tráfico, entre los cuales se encuentra Emilio Enrique Martínez, alias «Chiche Smith», e incluso mencionó otros nombres como los de Simón Álvarez, desaparecido capo venezolano y Hugo Armando Carvajal.
Para cerrar el panel y dar paso a las preguntas, la profesora Angélica Durán-Martínez agregó que, si bien la crisis institucional y económica de Venezuela son un factor fundamental para las redes de narcotráfico, las falencias del gobierno colombiano tras el proceso de paz y la atomización de las organizaciones criminales han sumado su parte.
«Una vez que estas dinámicas empiezan es muy difícil controlarlas», apuntó Durán-Martínez, en referencia al rápido deterioro de la situación en Venezuela.
Durán-Martínez también se refirió al papel de la comunidad internacional dentro de la grave crisis venezolana y la necesidad de repensar una estrategia. «El aislamiento internacional de Venezuela no ha servido de ninguna manera para los objetivos que se pretendían, que es lograr una transición política y ha contribuido a la expansión de este problema», explicó.
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