Informe revela desaparición de 66 personas en las minas del sur del estado Bolívar entre 2012 y 2020.
Así lo reveló este miércoles primero de julio la Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía en su más reciente presentación de resultados de investigación.
Se trata de mineros, comerciantes y personas vinculadas al negocio del oro. Según el informe, 50% de estas personas aseguraron que regresarían a sus hogares en los próximos días, pero nunca llegaron.
11 de los desaparecidos son mujeres y 55 hombres, de los cuales solo 11 aparecieron, reseñó El Correo de Caroní.
Codehciu indicó que el 2019 fue el año con mayor desapariciones, entre marzo y diciembre 22 personas no regresaron a sus casas. Mientras que en los meses que han transcurrido del 2020, desaparecieron cuatro personas.
Solo 13 personas acudieron al Cicpc a denunciar la desaparición de sus familiares. En su mayoría no confían en las autoridades del Estado o tienen miedo a represalias por parte de los grupos criminales que controlan la zona. Algunos emprenden la búsqueda por sí solos.
El balance de Codehciu arrojó que 13 personas desaparecidas en Bolívar decidieron movilizarse desde Anzoátegui, Aragua, Carabobo, Nueva Esparta, Mérida, Miranda, Sucre y Táchira hasta las minas del sur para dedicarse a la minería o a comerciar dentro de las minas y en ese contexto desaparecieron.
Los municipios que registraron mayor cantidad de personas desaparecidas son Sifontes (26), Caroní (10) y El Callao (7).
El pueblo de Tumeremo, en Sifontes, responsabilizan al Ejército Nacional por cometer ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, abuso sexual contra las mujeres, confiscación del oro de los mineros artesanales y otras formas de tratos crueles, inhumanos y degradantes en complicidad con la guerrilla colombiana.
En Caroní desaparecieron 10 personas, la mayoría son comerciantes en las zonas mineras o solo fueron a vender algún artículo en las minas.
En El Callao la situación no es menos violenta. De las siete personas desaparecidas, tres desaparecieron en las minas Yin Yan, Cuatro Esquinas y Nuevo Callao. Esta última es uno de los sectores más peligrosos del estado.
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