Representantes de la administración de Nicolás Maduro y de la plataforma unitaria reactivan este viernes las rondas de negociaciones en Ciudad de México para zanjar la crisis integral en Venezuela. Con la facilitación del Reino de Noruega, se prevé que la segunda tanda de conversaciones gire en torno a la economía y las elecciones.
La delegación opositora, encabezada por el abogado y político Gerardo Blyde, llegaron a México este jueves. Una serie de exigencias del oficialismo venezolano precede el encuentro, que se extenderá hasta el lunes 6.
Maduro remarcó en un acto público esta semana que sus delegados acuden al diálogo con “un petitorio firme” centrado en exigencias económicas que pasan por el levantamiento de sanciones extranjeras.
Sus voceros irán a México con la propuesta de que “se devuelva el oro secuestrado en el Banco de Inglaterra, todas las cuentas bancarias y las sanciones contra Pdvsa”, dijo el mandatario venezolano.
Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento electo en 2020 y líder de la comisión oficialista para el diálogo en México, certificó el miércoles que el chavismo acude a la capital del país norteamericano con una agenda clara.
“En la tarde del próximo viernes, nosotros vamos ya con algunas propuestas enfocadas en lo económico y social, en la atención del pueblo de Venezuela y la devolución de recursos que le pertenecen a Venezuela para poder atender las necesidades de toda la población”, expuso ante la prensa.
La Voz de América pudo conocer que el Reino de Noruega espera “movimiento” y “acuerdos parciales” en los próximos días, similares a la liberación del dirigente opositor Freddy Guevara tras un mes de detención.
También, se conoció que Noruega convidó a ambas delegaciones a no realizar filtraciones de las conversaciones a la prensa. Los encuentros de este fin de semana serán a puerta cerrada y cualquier declaración conjunta o individual dependerá de las respectivas comisiones, según informó el jueves por la noche la cancillería mexicana a los medios de comunicación presentes en la capital.
Un primer gran paso
La segunda ronda de negociaciones políticas sobre Venezuela viene precedida por el anuncio del retorno de la oposición mayoritaria a la ruta electoral. Voceros de la llamada plataforma unitaria, encabezados por el expresidente del poder legislativo Henry Ramos Allup, revelaron que una treintena de partidos participarán en las elecciones regionales del 21 de noviembre. Se trata de la primera asistencia activa de la oposición a los comicios desde 2017.
Juan Guaidó, joven líder opositor a quien 50 gobiernos del mundo reconocen como presidente interino de Venezuela, insistió esta semana en que las condiciones para unas elecciones libres y justas “deben consolidarse”.
“Los que decidieron participar y los que no, luchamos por la liberación y la democracia, por salir de la tragedia, en la calle o en México. Luchamos por condiciones para salir de la dictadura”, escribió en Twitter.
La escena política local incluyó en días recientes declaraciones de líderes como Freddy Guevara, recién liberado de la cárcel de los servicios de inteligencia del Estado venezolano, a favor de la “convivencia” política.
“Yo salgo a respaldar y reforzar la política que ha decidido la unidad. Que es impulsar un proceso de negociación que lleve a una solución para Venezuela”, remarcó el dirigente del partido Voluntad Popular, donde militaba Guaidó.
Desde la finalización de la primera ronda de negociaciones, Maduro hizo cambios en su gabinete ministerial, promovió excarcelaciones, como la del dirigente sindical Ramón Martínez, y se permitió la inscripción como precandidatos a las regionales de un grupo de opositores inhabilitados.
Este jueves, el Grupo Internacional de Contacto celebró el inicio de las negociaciones y consideró que el proceso “puede sentar las bases de una salida pactada a la crisis venezolana”. Invitó a oficialismo y oposición, asimismo, a participar en el diálogo “de forma constructiva y de buena fe”.
“La única salida de la crisis que atraviesa Venezuela es la negociación política y la organización de elecciones creíbles, libres y transparentes”, expresaron los integrantes del Grupo Internacional de Contacto: Alemania, Chile, Costa Rica, Ecuador, España, Francia, Italia, Países Bajos, Panamá, Portugal, República Dominicana, Suecia, Unión Europea y Uruguay.
Participación por demanda
Las exigencias de Maduro previas a la segunda ronda de negociaciones no tendrán mayor impacto si su gobierno no da concesiones democráticas en México, según el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, el abogado Benigno Alarcón Deza.
“El Gobierno va a querer mucho a cambio de cualquier concesión que haga y creo que la comunidad internacional también va a querer garantías propiamente dichas, a cambio de cada concesión. Y ahí es justamente que entran las palabras mágicas del jefe de la facilitación de Noruega”, declaró a la Voz de América.
Alarcón Deza se refiere al discurso de Dag Nylander, jefe del equipo facilitador del Reino de Noruega, quien mencionó que el diálogo de México se rige por el principio de que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”, sin descartar la posibilidad de acuerdos parciales si favorecen ese proceso.
El retorno de la oposición a las elecciones en un contexto de negociaciones viene también impulsado por la presión de las bases de los cuatro principales partidos de esa plataforma, opina el politólogo y psicólogo social, Ricardo Sucre Heredia.
“Las bases de los partidos del G4 demandan participar. Son estructuras políticas en estados donde las gobernaciones y alcaldías son importantes y es la naturaleza de la lucha política en el sentido de competir, tener espacios, presentar sus propuestas y considero que esas bases presionan a los liderazgos que están con una estrategia más distante de la realidad”, con una población imbuida por una crisis social y económica aguda, dice a la VOA.
No considera que la legitimidad de Maduro, a quien Guaidó y sus aliados llaman usurpador de la presidencia desde enero de 2019, dependa de esa participación.
“Para el mundo, ya Maduro tiene su condición (de presidente). La legitimidad es la creencia que tienen las personas de ser mandadas y ellos obedecer por una autoridad que ellos consideran”, apunta el también docente universitario.
El memorando de entendimiento firmado el 13 de agosto entre las partes, también con el acompañamiento de los gobiernos de Rusia y Países Bajos, incluye una agenda de siete puntos, centrada en derechos políticos, las garantías electorales y el levantamiento de sanciones económicas contra el gobierno.
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